Weasley & Malfoy: Las brujas misteriosas

Compras en el Callejón Diagon

Antes de comenzar el nuevo año escolar, Harry, Ron, y las hermanas Weasley y Malfoy se embarcaron en la emocionante tarea de comprar sus útiles escolares en el Callejón Diagon.

Los Weasley llegaron en su encantador auto volador, provocando la admiración y la envidia de Harry. Juntos, exploraron Ollivanders en busca de varitas, cada una única y especial para su futuro propietario, para comprar una varita para Ginny, la menor de los Weasley.

En la tienda de libros, Flourish y Blotts, Rose y Juliet se sumergieron en la búsqueda de sus libros de texto, compartiendo risas y comentarios sobre los autores y las asignaturas que les esperaban.

Mientras tanto, Draco exploró la tienda de túnica elegante, Madam Malkin, en busca de la última moda.

En el Caldero Chorreante, disfrutaron de un almuerzo mágico antes de visitar la tienda de mascotas mágicas para elegir búhos, ratas y lechuzas. La compañía de sus nuevas mascotas añadió un toque especial a la emocionante experiencia.

Con sus bolsas llenas y corazones emocionados, los jóvenes magos regresaron a sus hogares para prepararse para otro año lleno de magia y aventuras en Hogwarts.

Travesuras y Sorpresas

En Flourish y Blotts, la famosa librería del Callejón Diagon, la llegada de Gilderoy Lockhart causó gran revuelo. Los estudiantes y sus familias se agolpaban alrededor para obtener una firma de la supuesta celebridad y autor prolífico.

Rose y Juliet, junto con Ron y Draco, observaban con escepticismo cómo Lockhart posaba para las fotos y firmaba libros con una sonrisa deslumbrante. A pesar de su actitud extravagante, las chicas no podían evitar notar que algo no cuadraba en la imagen del famoso mago.

En medio de la multitud, Draco expresó su escepticismo acerca de las hazañas heroicas de Lockhart, mientras que Ron, entusiasmado inicialmente, comenzaba a dudar de la autenticidad del mago. Rose y Juliet intercambiaron miradas cómplices, compartiendo la misma impresión.

Mientras tanto, la madre de Draco, Narcisa Malfoy, observaba con desdén la escena, no impresionada en lo más mínimo por las exageraciones de Lockhart. Fue en ese momento cuando Draco notó que su hermana Juliet parecía más interesada en observar a Hermione, quien estaba examinando libros en una esquina de la tienda.

Curioso, Draco se acercó a Juliet y le preguntó sobre su interés. Juliet, con una sonrisa traviesa, reveló que Hermione había estado leyendo sobre transformaciones animagas, y ambas compartieron una risa cómplice.

Después de la agitación en la librería, los estudiantes continuaron sus compras escolares, pero una extraña sensación de intriga se quedó en el aire. Mientras Rose y Juliet examinaban los libros, no podían evitar sentir que el próximo año en Hogwarts prometía más sorpresas de las que podrían imaginar.

Por su parte, Harry se sintió incómodo cuando Lockhart pidió a un fotógrafo del periódico El Profeta tomarse una foto con Harry. Luego, Draco sintió envidia de que Harry siempre llame la atención y él no y junto a su padre Lucius armaron un gran revuelo.

El señor Malfoy humilló a Harry por su cicatriz y por nombrar a Voldemort y añadir que sólo es un asesino, luego se burló de la situación económica de los Weasley por comprar libros de segunda mano y habló con desdén de Hermione por ser hija de muggles.

Por último, se produjo un gran alboroto entre Arthur Weasley y Lucius Malfoy por todo lo dicho por éste último y terminaron enfrentándose a los golpes, siendo despedidos de allí por el empleado de la tienda.