✦ 태국 𝘁𝗮𝗲𝗸𝗼𝗼𝗸/𝘃𝗸𝗼𝗼𝗸
❝ 🌱 Debido a la escasez de recursos, el ave fénix ha decretado una nuevo decreto, quién consiga vencer en la misión escarlata él y su familia serán ricos para siempre.
El inconveniente, sólo podrá luchar un joven de...
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Jungkook se sentía en la gloria.
Llevaban cuatro días en el búnker, y que decir, nunca se había sentido mejor.
En el búnker tenía una cama con manta, comida, espacio, un váter y ducha, le daba igual que tuviera que compartirla con cinco personas más, era una maravilla para el.
Por no hablar del desayuno, estaba comiendo con cinco personas que tres de ellas no conocía hasta hacía cuatro días.
Lo que hace un encierro.
- ¿ Cuando creéis que tendremos la primera prueba? - preguntó Lisa, con una extraña emoción en su cuerpo. - ¿ Conseguiremos buenas recompensas?
- Ojalá consigamos una noche para dormir en un sitio de lujo. - habló Minho, ganándose las pequeñas carcajadas del resto.
- Y con jacuzzi. - siguió Seokjin. - Me importaría una mierda el dinero si eso ocurriera.
Antes de que su conversación pudiera seguir, Jungkook vió cómo un pequeño pergamino bajaba de un tubo que había en el búnker.
- ¿ Vosotros también habeis visto esto? O ya son alucinaciones mías.
Por cercanía, Jimin se levantó hasta coger el pergamino a pocos metros de él.
Y la curiosidad de todos aumentó al ver el rostro de ilusión en Jimin.
- ¡ Mañana será nuestra primera prueba!
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- Menuda mierda. ¿ Enserio mañana tendremos que luchar?
- ¿ No eras tú la que querias una prueba? ¿ De que te esperabas que iría? Obviamente nos vamos a matar entre todos.
Minho no era de contacto físico, pero, ¿ que iba a hacer cuándo veía a la pobre Lisa temblar ante la situación que les tocaba enfrentar?
- Tampoco te pongas tan mal, por dios. - habló Minho, mientras dejaba su mano en el hombro de la mayor. - Por lo que se pudo leer, solo serán competiciones de habilidad física en modo de carreras, ni siquiera te enfrentarás al resto, sin preocuparse.
- En realidad me preocupo por lo que me puedan decir. - suspiró Lalisa. Mientras se sentaba en uno de los grandes troncos que se hallaba en el bosque. - En la primera pelea me dejaron cómo basura, tengo miedo de que esas simples palabras se vuelvan a repetir, y me dejen destrozada por completo.
- Pues no pienses en esas mierdas. - contestó Minho. - ¿ Porque te tiene que importar lo que digan cuatro simios sin neuronas? Además, las carreras serán en parejas, quién sea que esté contigo, te ayudará en todo momento.
- Ese es el problema, quiero ser lo suficientemente autosuficiente para no necesitar ayuda de nadie. Y ser fuerte por mi sola.
- Nadie ha dicho que no lo seas. - recalcó Minho. - Has demostrado durante estos días ser una persona fuerte, pero, al igual que el resto, en algún momento necesitamos ayuda, y eso no tiene nada de malo.
Minho estaba perplejo, ¿ sus palabras estaban dando buenos frutos?
- Muchas gracias por tus palabras. - rió la mujer, ante la mirada perpleja del menor. - A darlo todo mañana.
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- ¿ A que se supone que hemos venido, Hyung? - preguntó Kook, lleno de curiosidad. - Ibamos a vigilar el perímetro, ¿ porque nos estamos alejando tanto?
Cómo respuesta, Jungkook recibió una bonita sonrisa por parte de Taehyung.
- ¿ No quieres saber dónde tendremos nuestra famosa prueba?
Ni siquiera se lo tuvo que decir dos veces. Cuando Jungkook vió en su campo de visión el famoso estadio, no tardó en correr hacía él mientras saltaba los pequeños escalones que había en el muro.
- Las armas aún no las dominas. - prosiguió Taehyung, al ver lo alto que Jungkook había saltado. Ni siquiera el era capaz de saltar tan rápido y de una manera tan ágil. - Pero, en los saltos, eres todo un artista.
- Es lo que tiene tener que robar desde que era un niño. - contestó Kook, mientras ayudaba al mayor a llegar hasta donde se hallaba él. - Siempre que quería ver las actuaciones para el ave Fénix, saltaba este muro y lo veía desde las rendijas. Aún no me puedo creer que mañana vayamos a estar ahí dentro.
- Sólo habrá una pequeña diferencia.
La mirada de Taehyung cambió en aquel mismo instante, ya no estaba su bonita sonrisa, sinó, una mandíbula tensa acompañada de sus ojos llenos de preocupación.
- Ya no será un estadio, sinó un coliseo. - contestó el mayor en un pequeño susurro. - Y nosotros seremos los gladiadores.
