Mi Lady (Tanjikana)

Capítulo 20: Un nuevo aliado

Nueva sorpresa, nuevo capítulo entre semana siiii, espero les guste ^^
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Después de aquella derrota en Flamaria el rey Muzan de desquitaba con las copas que había en la sala real.

—¡Maldición!—exclamó el oscuro rey arrojando una copa contra la pared.

—¡Esos bastardos!—grito el oscuro rey arrojando otra copa contra la pared.

—Parece que estos reyes son más listos que los anteriores—dijo el general de la marca en la cara.

—Sin duda está generación es diferente—dijo el general con marcas en los brazos.

—Eso no importa, la conquista de Kagayaki es lo único que importa ahora, primero debemos reforzar las pérdidas y armar una nueva estrategia para el siguiente ataque—dijo el oscuro rey.

—Mi lord—dijo la hechicera.

—Si me permite hay algo que podemos intentar—dijo la hechicera entrando con un libro.

—Dilo—dijo el oscuro rey.

—Este es el antiguo libro prohibido de hechizos—dijo la hechicera mostrando el libro.

—Lo he estudiado todos estos años y aquí hay un hechizo que nos dará la ventaja—dijo la hechicera.

—El hechizo potestas, otorga al usuario un poder infernal que puede destruir a un ejército entero—dijo la hechicera.

—Eso nos ayudaría mucho, hazlo de inmediato—dijo el oscuro rey.

—Claro mi señor, solo que hay un ingrediente que me falta—dijo la hechicera.

—¿Cuál es?—pregunto el oscuro rey.

—Sangre inocente y pura, más específico, de bebés, este hechizo demanda una gran cantidad de esta sangre, si pudiera conseguirla podría hacerlo de inmediato, si tuviera de recién nacido me ayudaría todavía más porque es sangre aún más pura—respondió la hechicera.

En eso Muzan voltea a ver a sus generales.

_Ya escucharon, vayan y confisquen todos los bebés que encuentren, si son recién nacidos mejor—dijo el oscuro rey.

Los generales hicieron reverencia y fueron inmediatamente en busca de esos bebés.

Vemos como cada uno irrumpe en la casa las en busca de bebés. Claro que no se podía evitar los gritos y llantos de desesperación de las podré es madres y padres.

—¡No mi hijo no!, ¡Por favor no se lo lleve!, ¡Lleven a mi pero a mi hijo no!, ¡Háganme lo que quieran pero no lo lleve!, ¡Perdone su vida!—fue el grito de lamento de todos los padres que eran separados de sus bebés.

En eso vemos una casa donde estaban en pleno parto.

—¡Puje una vez más!—dijo el medico a la madre.

La madre puja y se escuchan llantos de bebé.

—Es una hermosa niña—dijo el médico envolviendola en mantas.

Lamentablemente en ese momento llega Kokushibo abriendo la puerta de un azotón.

—Por orden del rey debo confiscar a esa bebé—dijo el general de marcas en la cara.

—Pero mi señor está niña acaba de nacer—dijo el médico para detenerlo.

En ese momento Kokushibo saca su espada y la pone en el cuello del médico.

—¿Va ir en contra de una orden real?—pregunto el general con marcas en la cara.

El médico con toda la tristeza del mundo se quedó callado y Kokushibo tomo a la bebé.