Capítulo 13: El gran día

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Un mes ha pasado desde que Tanjiro tomo el trono de Solaria.

Hasta ahora va hecho buen trabajo pues la economía en Solaria nunca antes había tenido tantas altas.

Sin duda es el comienzo de un buen reinado pero muy pronto se vendrá el inicio de un bello momento.

Otro nuevo día y el sol sale para iluminar toda Kagayaki.

Solaria.

Vemos al nuevo rey pelirrojo levantándose de su nuevo cuarto.

Kie insistió mucho en que Tanjiro y ella cambiarán cuarto, pues ahora era el rey y el cuarto donde estaba ella era el cuarto del rey. Tanjiro se negó muchas veces pero después de mucho insistir termino aceptando.

—Buenos días mi lord—dijo su fiel sirviente.

—Buenos días—dijo el pelirrojo mientras se ponía su bata.

Tanjiro se va y llega a la cocina.

—Buenos días Tanjiro—dijo la viuda reina.

—Buenos días hermano—dijo la princesa ojirosa.

—Buenos días—dijo el ahora rey pelirrojo.

Tanjiro se sienta y justo sale el cocinero.

—Majestades, el desayuno está listo—dijo el cocinero con aires de grandeza.

—Vaya nunca dejas de sorprenderme—dijo el pelirrojo.

—Esta muy bueno—dijo la princesa ojirosa.

—Delicioso—dijo la gentil reina.

—Sabía que les gustaría—el cocinero siempre con sus aires de grandeza.

—Por cierto mi lady, si me permite la osadía, asumo que está muy emocionada por mañana—dijo el cocinero.

—Siii, ya no puedo esperar—dijo la emocionada ojirosa.

Tanjiro los vio con cara de duda.

—¿Qué pasa mañana?—pregunto el pelirrojo.

—¡¿De verdad lo olvidaste?!—dijo la ojirosa inflando sus mejillas.

La gentil reina solo dió una leve risa.

—¿Qué? ¿Qué es?—dijo el confundido pelirrojo.

—¡Mañana es mi boda!—exclamo la ojirosa.

Tanjiro estaba asimilando el mensaje.

—¡Es cierto!—exclamo el pelirrojo en cuanto entendió.

—No puede ser, ya es mañana y no he mandado la invitaciones—dijo el desesperado pelirrojo que se iba a escribir las invitaciones de ipso facto.

—Tranquilo Tanjiro, ya suponía que algo así pasaría y me adelante a mandar las invitaciones—dijo la gentil reina.

—Pero madre ese era mi deber como rey—dijo el pelirrojo.

—No te preocupes por eso, está bien que tengas ayuda de vez en cuando, además sirvió para entretenerme en algo—dijo la gentil reina.

Tanjiro solo dió un suspiro.

—Esta bien, gracias madre—dijo el pelirrojo volviendo se a sentar a desayunar.

—¿Y ya escogiste tu vestido?—pregunto el pelirrojo.

—Ya desde hace semanas, pero estabas muy ocupado para verlo—dijo la ojirosa con una mirada de desagrado.

—De verdad lo siento, he tenido mucho trabajo—dijo el pelirrojo apenado.

Mi Lady (Tanjikana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora