Capítulo 9: Hacía el jardín

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—Por como te veo, el reino de tu amado debe ser uno muy grande y poderoso—dibo la pelinegra con dijes rosas.

—Si—contesto la ojilila.

—Ya ansió conocerlo—dijo la ojimorada.

—Bueno mañana lo conocerán—dijo el amable rey.

—Si—dijo sonriendo la ojilila.

—Muy bien señorita, ahora nos contarás todo lo que ha pasado—dijo la pelinegra de dijes rosas.

—Si yo también quiero saber los detalles—dijo la ojimorada.

Kanao solo dió un suspiro y procedió a contarles a sus hermanas todo lo que pasó en el gran baile real, como conoció a Tanjiro y todo lo que han pasado, obviamente no les dijo quien era ni de dónde era.

—Ay hermanita, de verdad que estoy muy feliz por ti—dijo la mayor sonando se la nariz.

—Quien diría que aquella niña que odiaba la idea del matrimonio ahora es cortejada y corresponde—dijo la ojimorada con una sonrisa.

Kanao solo se sonrojo.

—Bueno bueno, no incomoden más a su hermana, vayamos a cenar—dijo el amable rey.

Todos van al comedor y el cocinero estaba sirviendo la cena.

—Mmmm, como extrañaba el sazón de nuestro cocinero—dijo la mayor.

—Yo igual, el cocinero de Aquaria es bueno pero extrañaba este sazón—dijo la ojimorada.

—Extrañaba comer con ustedes—dijo la princesa ojilila con una gran sonrisa.

—Y nosotras te extrañamos, no importa que tan lejos estemos, siempre seremos tus hermanas—dijo la mayor.

Esa sin duda fue la mejor noche que tuvo Kanao, conoció a la familia de su amado y sus hermanas regresaron.

Después de la larga platica todos se fueron a dormir porque debían preparar todo para la llegada de Tanjiro.

Al día siguiente

El sol se asomaba sobre Floraria y Kanao es la primera en levantarse.

—Buenos días mi lady—dijo la sirvienta ojiazul.

—Buenos días Aoi—dijo la princesa ojilila bostezando.

—Escuche que hoy vendrá su amado—dijo la ojiazul para hacer platica mientras le ponía su bata real.

—Si, llegará por la tarde—le contesto la ojilila.

En cuanto se pone bata real Kanao se va al comedor real para desayunar.

—Buenos días Kanao—dijo el amable rey al verla llegar.

—Buenos días hermanita—dijeron ambas hermanas a la menor.

—Como extrañaba esto—dijo la ojilila al ver a sus hermanas en el desayuno.

Kanao toma asiento mientras el cocinero llega el desayuno.

—Mmmm, está muy bueno—dijo la mayor.

—Lo mismo opino—dijo la ojimorada.

—Me alegra que les guste mis ladys—dijo el cocinero.

—Kanao en cuanto termines ve a probarte el vestido que te trajo el sastre, ya prepare una buena recepción—dijo bebiendo el té que les sirvieron.

—Si padre—dijo la princesa ojilila.

—Bien, disculpen que le retire primero pero debo organizar todo antes de que llegue nuestro invitado—dijo el amable rey antes de irse.

—Bien Kanao vamos a ver tu vestido—dijo la mayor emocionada.

Mi Lady (Tanjikana)Where stories live. Discover now