Mi Lady (Tanjikana)

Capítulo 8: Hacía el sol

Los días pasan y nuestra feliz pareja cada día se enamoran más.

Una semana a pasado y muy pronto una nueva noticia tendrán para nuestro príncipe pelirrojo y nuestra princesa ojilila.

Una semana a pasado y sus majestades estaban en otra salida.

—Me encanta estar contigo—dijo el pelirrojo sonriendo.

—A mi tambien me encanta estar contigo—dijo la ojilila sonriendo.

En ese instante Tanjiro le da un beso a Kanao en la mejilla.

Esto hizo que Kanao se sonrojará pero con una sonrisa.

—No quisiera que está noche terminará—dijo la ojilila.

—Ni yo—respondió el pelirrojo.

—Hora de regresar a casa—dijo uno de los choferes entrando de repente.

—Oh vaya—dijo la ojilila desanimada.

En eso llega un sacerdote.

—No debe estar triste por eso mi lady—dijo el sacerdote.

—¿Nos veremos mañana de nuevo?—dijo emocionada la ojilila.

—Si, pero no como cree—contesto el sacerdote.

Ambos no entendían de que hablaba.

—A partir de hoy han cumplido con los días que debían verse, hoy fue su última salida, por lo que a partir de mañana conocerán sus reinos—dijo el sacerdote en un tono amable.

Ambos se pusieron nerviosos en cuanto escucharon eso, claro que ambos tenían muchas ganas de conocer el reino del otro, pero recibir la noticia de repente los puso nerviosos.

—Bueno, al fin conoceré tu hogar—dijo el pelirrojo.

—Y yo el tuyo—dijo la ojilila.

—Ansió conocer a tus hermanas, me preguntó si me enseñaron sobre sus conocimientos—dijo el pelirrojo.

—Yo creo que sí, a ambas les gusta hablar sobre esos temas—dijo con una leve risa.

—Mi lady usted conocerá el reino de mi lord primero, mañana a medio día una de nuestras carretas irá por usted para que la lleve, y estará todo el día hasta el anochecer—dijo el sacerdote.

—Y  usted mi lord podrá ir al reino de mi lady pasado mañana, también un carruaje lo recogerá a medio día y estará todo el día hasta el anochecer—

—Entiendo, esperaré ansiosa ese carruaje—dijo la ojilila.

—Preparare una gran recepción para tu llegada—dijo el pelirrojo.

Kanao le responde con una sonrisa.

Ambos se suben a sus carruajes y cada quien se fue a su reino.

Floraria

Vemos a Kanao llegando y entrando al castillo.

—Oh mi niña al fin llegas—dijo el amable  rey al ver a Kanao llegar.

El rey fue a darle un abrazo.

—Cuéntame ¿Cómo estuvo todo?—dijo el amable rey.

Kanao reflejaba una cara nerviosa.

—¿Sucedió algo malo?—pregunto el curioso rey.

—No no, para nada, fue un lindo día, solo que...me dijeron que mañana conoceré el reino de mi lord—dijo la ojilila con un tono nervioso.

—Oh vaya, que noticia, bueno, en ese caso mañana te levantarás temprano, hablaré con el sastre para que te haga el mejor vestido que pueda hacer en poco tiempo, y que las damas te hagan el mejor maquillaje que puedan hacer—dijo el amable rey.