Nuestro queridísimo M paseaba tranquilo cuando paso por cierto edificio de gran tamaño, ocurriendo una idea muy macabra por su cabeza.
Pasando adentro de la casa alojadora, encontrándose a tres niños solo para decirles...
— Hola niños, ¿Ustedes sabían que santa no existe?, ¿Y qué son los padres los que dejan los regalos?.
Lo dijo tan feliz que los niños empezaron a llorar.
Era un orfanato.