Capítulo 8: Rescate 2.

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Riley estaba entre la espada y la pared o al menos eso pensaría cualquiera que viera la situación actual.

El chico estaba frente con frente a la mantícora. Está lo miraba con sus ojos rojos llenos de completo enfadado como si le estuviera reprochando el haber evitado su ataque anterior.

El chico al darse cuenta de eso solo pudo lanzar una de esas líneas que solo pueden ser consideradas como banderas de la muerte.

— Lamento molestar tu despertar pero solo uno podrá salir con vida de aquí y yo tengo cosas que hacer cuando regrese. - Dijo el chico burlándose de la mantícora.

Esto hizo enfadar aún más a la mantícora. Lo falta de respeto del chico no parecía tener límites. Pero, las siguientes acciones del chico la sorprendieron y al mismo tiempo le perturbaron un poco.

El chico la estaba mirando con una mirada desquiciada mientras se relamía los labios para luego sonreír de manera psicópata.

— Me preguntó cuanto me tomará derrotarte. - Dijo el chico.

Una intensa explosión de energía ocurrió a su alrededor cuando el maná circundante en respuesta al repentino cambio de humor de Riley se movió a su voluntad y junto a este la energía mágica en su cuerpo se centró en abrumar al enemigo frente a él.

— Se que esto es estúpido, pero tengo varias técnicas que he mantenido ocultas hasta ahora y quisiera poner en práctica, así que... ¿Empezamos? - Dijo Riley tomando nuevamente una postura de artes marciales.

Su katana se prendió en unas llamas totalmente rojas a excepción del pequeño matiz de amarillo en el centro de esta. Está era la Llama del Fénix. Una potente llama que puede destruir todo aquello con lo que tiene contacto.

— Supongo que comenzaré yo esta vez. - Dijo mientras corría en dirección a la mantícora. - Tercera Postura: Espejo Carmesí Sofocante.

Riley lanzó dos cortes llameantes que volaron en la dirección de la mantícora la cual se movió rápidamente para esquivar el ataque ya que su instinto le gritó que estás llamas no eran comunes.

Saltando hacia un costado para esquivar se volvió a buscar al atacante pero este había desaparecido.

Luchar de frente contra ella en mi nivel actual sólo podía considerarse como un suicidio pero esto es lo mejor para desgastar su poder mágico. - Pensó.

Riley quien se escondía detrás del mismo muro que había creado para evitar el primer ataque creó 19 muros más alrededor de la cueva con el objetivo de usarlos para ocultarse y cubrirse.

Riley salió de detrás del muro y corrió directamente hacia la mantícora. Está al ver lo que hacía el chico se enfadó ya que este parecía estar jugando con ella.

Reuniendo energía mágica en su pata derecha dio un paso y todo el área comenzó a cubrirse de hielo rápidamente.

Apesar de esto Riley continuó avanzado pero al notar que la capa de hielo iba a su dirección saltó unos metros.

Quinta Postura: Rueda de Fuego.

Riley dió un giro creando una rueda de fuego la cual quemó el lomo de la mantícora haciendo que está dejará escapar un grito agudo.

¡Crujir!

¡Roaaaaaar!

Aunque el chico no había perforado el cuerpo de la mantícora profundamente sus llamas no se habían extinguido y estaban quemando constantemente su cuerpo.

Riley cayó de pie en el suelo y rápidamente se dió la vuelta lanzando un segundo ataque.

Segunda Postura: Cielo Azul.

Dando un corte circular de 360° el chico cortó la pata derecha sacándole otro grito.

¡Roooaaaaar!

La mantícora lanzó un grito lastimero, luego comenzó a reunir energía mágica y activó un hechizo que cubrió su cuerpo con una densa capa de hielo la cual hizo que su pelaje cambiará de negro a blanco apagando las llamas en su cuerpo y haciendo aparecer unos extraños tatuajes en su cuerpo.

Luego con un rápido movimiento de su cola lanzó al chico contra la pared dejándolo incrustado en esta.

Riley sintió que su cabeza daba vueltas. El ataque de recién lo dejó algo confuso y adolorido. Sumado a eso el enorme gasto de energía mágica causado por mantener activo el sharingan, las llamas del fénix y el filo de Pleiades no ayudaba. De una herida en su cabeza brotaba sangre la cual recorría su rostro y goteaba hasta el suelo. Apretando los dientes Riley se obligó a si mismo a recuperarse mientras activaba su factor curativo. Llamas aparecieron en el lugar de la herida curandola.

De no ser por el fortalecimiento físico, mi cuerpo de demonio y mi fuerza de voluntad ese golpe me hubiera dejado echo polvo. Pero, esto solo hace que me emocioné aún más. No pararé hasta que uno de los dos muera y juro que tú serás quien caiga.

¡La idea de no caer a su muerte fue lo único que lo mantuvo firme!

En cambio la mantícora parecía estar como nueva. Pero no había duda que está nueva apariencia consumía poder mágico.

Aún no es suficiente. Necesito hacer que desperdicie más poder mágico. — Pensó Riley.

La mantícora resultó ser mas lista de lo que había pensado inicialmente por lo que no tuvo otra opción que cambiar su enfoque.

Mis ataques no le harán ni un rasguño mientras esté en esa forma. No creí que me vería obligado ha usar esto tan pronto. Sin embrago , debo esperar a que no tenga forma de evitarlo. Por lo que usaré mis llamas para desgastar su magia. — Pensó mientras devolvía a Pleiades a su forma de anillo.

Entonces reuniendo poder mágico en sus pies creó una llamarada que usó como propulsor para acelerar hacia la mantícora y cubriendo sus manos también en llamas comenzó a golpearla desde distintos ángulos.

La mantícora al notar que no podía seguir la velocidad del chico solo se enfadó aún más.

¡Roooaaar!

Creando hielo a su alrededor le dió forma de picos mientras los usaba para protegerse.

El chico aprovechó este momento para poner en marcha su plan.

Agujero Trampa.

Creando un agujero circular de 20 metros de profundidad en el suelo antes de que la mantícora pudiera reaccionar Riley vió como está cayó.

Estaca Gigante de Roca.

Luego dejó caer un pedazo de roca con forma cónica con la punta apuntando a la mantícora del techo la cual cubrió el agujero.

Parecía que intentaba sellar el agujero.

La mantícora al ver lo que planeaba el chico usó su hielo para crear una barrera que la protegiera de la estaca que estaba cayendo. Pero este no aguantó ya que Riley impulsó la estaca usando magia de viento. Esto la enfadó.

Pero una nueva sensación la invadió. Esta pelea la hizo recordar cómo se había esforzado hace mucho tiempo para llegar al lugar donde estaba ahora. Se dió cuenta de que se había vuelto complaciente al haber dominado está zona.

Pensando así dejó de escatimar en el usó de poder mágico. Había reconocido que en realidad moriría si intentaba conservar su orgullo por lo que se decidió a matarlo usando toda su fuerza.

Los tatuajes en su cuerpo y sus ojos comenzaron a brillar de un azul frío.

La temperatura del lugar comenzó a descender a pasos agigantados lo cual preocupó a Riley ya que no sabía cuál sería el próximo movimiento de la mantícora.

De repente una enorme cantidad de poder mágico comenzó a emanar del agujero donde yacía la mantícora. Este poder comenzó a liberarse en forma de ondas que salían disparadas de distintas formas congelando y destruyendo todo aquello con lo que tenían contacto.

Este era el movimiento secreto de la mantícora.

High School DxD: El Fénix de la Conquista.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz