En medio de un entorno turbulento y silenciosos secretos se encuentran Jungkook, en el poder de una familia enigmática y Jimin, un joven artista con un corazón repleto de palabras no pronunciadas. A pesar de ser privado de su voz a causa de un traum...
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Jungkook exhaló una calada de su cigarrillo, mientras mantenía los brazos apoyados en la baranda del balcón que tenía en su habitación. Le encantaba la vista desde ahí. Había decidido que su habitación debía estar en el último piso de toda la casa, así que tenía definitivamente la mejor vista de todas desde esa altura. El aire nocturno golpeó su rostro y su cabello se movió hacia atrás. Volvió a llevarse el blanquillo a los labios y fumó de él, pensando en ese chico misterioso, Jimin, el rubio de bonitos ojos y alma blanca. Se preguntaba tantas cosas. Hacía muchísimo que alguien no le causaba tanta intriga, quería sentarse toda una tarde a su lado y saber hasta su tipo de sangre si era posible.
Miró el papel que tenía en la mano, ese donde ponía su número de teléfono. No lo pensó mucho más y tomó su celular del bolsillo de su pantalón sosteniendo el cigarro entre los labios para comenzar a anotar el número entre sus contactos.
Guardó la hoja en el bolsillo de su chándal y volvió a sujetar el cigarrillo entre sus dedos índice y anular.
Se desplazó a los mensajes y buscó el nuevo contacto. Eran más de las 10 de la noche, tal vez ya era tarde para escribirle. Pero era importante que el chico también tuviera su número ¿No? Así podía avisarle sobre cualquier cosa sobre la clase y su hermano.
Se peinó el cabello una última vez y se dispuso a textearle.
🐰:«Hey, hola Jimin, soy Jungkook, el hermano de JungHyun, perdona la hora, recién tuve tiempo para escribirte, este es mi número, buenas noches»
Jimin se había terminado de dar una ducha y cepillarse los dientes para meterse a la cama y llenar su vista de reels de Instagram. Se abrazó a una almohada y justo cuando encendió el teléfono notó un mensaje de un número desconocido. Presionó sobre la burbuja flotante y lo leyó.
Oh. Era el chico bonito, el del lunar bajo el labio.
Movió sus dedos por la pantalla y comenzó a escribir con una sonrisita inconsciente.
🐥: «Hi Jungkook. Ya lo tengo. Gracias 🫰🏻»
🐥: «Listo. Te agendé como: Lunar. No te importa? »
Jungkook leyó el mensaje apoyándose de vuelta a la baranda. También sonrió por ello, cuando hablaba con Jimin sentía que entraba en una dimensión donde todo flotaba y era mágico.
Volvió a tocarse su lunar con la mano que sujetaba el cigarro.
🐰«No, está bien, como te guste a ti»
🐥«Bien. ¿Cómo me agendaste a mí ?» —Continuó texteando.
Leyó el contacto y regresó la vista al teclado.
«Profesor Jimin»
🐥«Ah suena sexy, pero es aburrido ^^ Tienes que ser más creativo Jungkook»
Se mordió la punta del dedo pulgar y cambió a Instagram para esperar su respuesta.
