Capítulo 27: Verdades

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Sus ojos eran de un oscuro y profundo color café, con una mirada intensa y amable que parecía penetrar en el alma de aquellos que la miraban. Estaban enmarcados por largas y espesas pestañas que realzaban su belleza y aportaban un toque misterioso a su expresión.

Su cabello, liso y brillante, caía en cascadas hasta sus hombros, enmarcando su rostro de manera elegante. El negro intenso de su cabello contrastaba maravillosamente con su piel de tono cálido y radiante. A pesar de su aparente sencillez, cada mechón parecía estar en su lugar perfecto, como si estuviera cuidadosamente peinado.

Su atuendo reflejaba su personalidad práctica y su estilo único. Llevaba unos pantalones vaqueros desgastados que se ajustaban cómodamente a su figura rellenita, completando su look con una camiseta sencilla, pero bien cuidada y unas botas resistentes que mostraban signos de haber visto muchos kilómetros de viaje.

Cada palabra que pronunciaba estaba llena de sabiduría y experiencia, y su voz era suave, pero tenía un tono firme y seguro. Era alguien que sabía lo que quería y no tenía miedo de luchar por ello, y su confianza se reflejaba en cada gesto y expresión.

La mujer era un verdadero ejemplo de una mujer de familia, con confianza y determinación. Su presencia era impactante y su carácter inspirador. A simple vista, quedaba claro que era alguien que había superado numerosos desafíos en su vida y que seguía adelante.

—Mi nombre es Elena —respondió.

Satisfecho por conseguir respuesta a su pregunta, Jack se quedó en silencio, dejándole a su compañera formular la siguiente incógnita. Por su parte, la rubia tenía varias preguntas que deseaba hacer.

—¿Cómo sabías que estábamos en aquel estacionamiento? —pregunto algo que le causa mucha intriga.

Los ojos de Elena, reflejaban una mezcla de experiencia. Su mirada era profunda, como si hubiera visto más de lo que le hubiera gustado, y rápidamente los chicos se dieron cuenta de que era difícil leerla por completo, y eso les inyectaba una cierta cautela en la interacción.

—Bueno, la verdad es que yo los estaba siguiendo —confieso la mujer de color.

La respuesta no era del todo lo que ella esperaba. ¿Por qué los seguía? ¿Cuáles eran sus intenciones? Muchas dudas surgieron producto de la sinceridad de la mujer de color.

La habitación en la que se encontraban tenía una atmósfera peculiar. La luz tenue proveniente de una lámpara de mesa en la esquina iluminaba suavemente el espacio, creando sombras y resaltando detalles en los muebles y objetos dispersos. El sofá en el que estaban sentados parecía acogedor, aunque mostraba signos de vejez. 

El diálogo siguió fluyendo, ya que Elena mantenía sus respuestas directas, sin adornos innecesarios. Jack y Amber se dieron cuenta de que estaban ante alguien que no tenía tiempo para rodeos, alguien que había aprendido a enfrentar la dura realidad tal como era.

—Me encontraba buscando comida cuando los vi por una calle, decidí seguirlos —confesó, sus ojos encontrándose con los de Amber.

—¿Por qué solo te acercaste? —soltó con sinceridad.

Elena soltó una risa suave, como si encontrara la pregunta entretenida y poco seria.

—Vamos chicos, ustedes y yo sabemos que eso es algo estúpido. No conozco sus intenciones y ustedes, las mías tampoco —respondió con mucho sentido.

La lógica de la respuesta era irrefutable. En este mundo despiadado, acercarse a extraños podía ser peligroso, y ambos jóvenes lo sabían por sus propias experiencias.

—Tienes razón, ¿Pero por qué nos salvaste? —preguntó Amber debatiendo la respuesta previa de la mujer de color.

Elena se tomó un momento para responder, mientras sus ojos recorría los rostros de los jóvenes, parecía estar evaluando la respuesta adecuada.

Sentido MortalTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang