Capítulo 9: No te distraigas

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Siguieron caminando en silencio durante horas. Jack recordaba su propia experiencia con los bandidos. No podía evitar sentir empatía por Amber, quien también había sido víctima de su brutalidad.

De repente, una rama cayó detrás de ellos, y ambos se detuvieron asustados. Jack se preparó para cualquier cosa con su arma en la mano, mientras que Amber se quedó atrás, asustada. Sin embargo, resultó ser un conejo que salió corriendo.

Amber dejó escapar un pequeño grito producto del miedo y la impresión, pero luego de ver lo que causó el ruido, respiró aliviada.

—Lo siento, solo me asusté —se disculpó un poco avergonzada. Sentía los latidos de su corazón por el susto.

—No te preocupes —respondió Jack sonriendo—. Deberíamos seguir avanzando. Cuanto antes encontremos un lugar seguro para pasar la noche, mejor.

Amber asintió, y juntos continuaron su camino. A medida que avanzaban, la vegetación comenzaba a cambiar, volviéndose más escasa y seca. El sol brillaba intensamente, y el cielo adquiría tonos rojizos.

La crudeza del relato de la chica dejó a Jack sin palabras, incapaz de encontrar las adecuadas para consolarla o expresar su repulsión ante lo que había sucedido. Su rostro reflejaba una mezcla de empatía y compasión mientras recordaba cada palabra de Amber, su mirada estaba fija en ella, reconociendo el coraje que había demostrado al sobrevivir a tal pesadilla.

—No te preocupes, te ayudaré a mantenerte a salvo y encontrar un lugar seguro donde puedas estar —dijo Jack tratando de mostrar apoyo a la rubia.

La rubia asintió con una sonrisa tenue, agradeciendo las palabras reconfortantes de Jack. El hombre había demostrado ser una persona amable y solidaria en un mundo cada vez más despiadado.

Sentía un gran alivio en su pecho. Finalmente, se había encontrado a alguien que le ofrecía ayuda y protección en un mundo tan peligroso como el que estaban viviendo. Al menos tenía nuevamente las esperanzas de seguir intentando sobrevivir.

Amber continuó describiendo los horrores que había presenciado y experimentado, y Jack podía sentir el peso de la injusticia y la impotencia que ella había sentido. La joven estaba atrapada en una situación inimaginable, rodeada de crueldad y violencia, y la idea de que no había podido ayudar a las otras mujeres la atormentaba.

—Siento que no hice lo suficiente, debería haber ayudado a las demás chicas a escapar también —confesó Amber, sus ojos llenos de lágrimas revelaron la profundidad de su tormento interno.

Jack sintió un profundo respeto por la compasión y la empatía de Amber hacia las demás víctimas. Él entendía que, en una situación tan desesperada, a veces era imposible ayudar a todos, pero no podía evitar sentirse conmovido por su deseo de haber hecho más. La valentía de la rubia al enfrentar su pasado y compartirlo con él solo fortaleció su determinación de apoyarla en su camino hacia la sanación y la recuperación.

—Lo que pasó no fue tu culpa, Amber. Lo que hiciste para escapar ya fue un acto valiente y admirable —le aseguró, colocando con suavidad una mano en el hombro de la joven para brindarle un gesto de apoyo—. No puedes cargar con el peso de todo eso.

Amber asintió con gratitud, agradecida por las palabras de consuelo de Jack. A pesar de la oscuridad de su pasado, la luz de la esperanza y la solidaridad brillaba en el horizonte. Juntos, enfrentarían los desafíos que el futuro les deparaba, fortaleciendo su vínculo y apoyándose mutuamente en su viaje hacia la recuperación y la libertad.

—No te culpes a ti misma. Escapar tú misma ya fue un acto de valentía. Además, no siempre es fácil ayudar a los demás en situaciones como esta —Jack intento animarla, quitándole el peso de encima.

Sentido MortalWhere stories live. Discover now