Hinata Hyuuga, una destacada cantante, y Sasuke Uchiha, un reconocido actor, han acaparado la atención como la pareja del momento. Recientemente, hicieron público su compromiso, generando un gran revuelo entre sus seguidores. En esta ocasión, han de...
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SENTIMIENTOS VERDADEROS
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—Me sentía muy triste y muy sola en esta época. Las miradas curiosas, se transformaron en comentarios maliciosos.
—Nunca pude explicarles a mis papás que había pasado conmigo y con Hinata. Solo me vieron triste. Hinata no fue más a casa.
Hinata intenta tomar aire antes de continuar, unas lágrimas se forman en su rostro.
—Esto es duro... — dice con la voz entrecortada.
—Podemos no hablar de esto — la consuela Sasuke.
—Tengo que hacerlo, solo denme un par de minutos...
Hinata.
Mi padre me hizo el castigo de la era de hielo. Me ignoraba, no existía para él. Fueron noches llorando en el suelo a la puerta de su dormitorio rogando que me perdonara. Pero nunca se apiadó de mí. Mi casa era un lugar frío y la escuela era otro tormento.
Habían esparcido el tonto rumor de que me había metido con Naruto estando con Sasuke. Me señalaban con insultos; fui la puta, perra, zorra que solo quería llamar la atención del chico popular.
Recuerdo mucho como tiraban mis cosas botadas en el cesto de basura, yo intentaba ignorar todos los comentarios, era muy difícil. Solo dejaban de insultarme si estaba mi primo cerca o Sasuke; de ahí no me libraba nada.
—Se porto como una puta barata, quiso jugar a dos bandos — escuché como murmuraban a mis espaldas.
Era hora del almuerzo, quería ir al baño antes de ir al comedor, pero al escuchar eso decidí regresar a mi salón.
—Ustedes que saben — escuché la voz de Naruto.
Era el único que me hablaba y trataba bien en ese colegio.
—Dejen de ser unos entrometidos. Hinata vamos a la cafetería — me tomó de la muñeca para guiarme consigo.
—Es en serio se peleo con su mejor amigo por esa chica.
Naruto también ignoraba los comentarios, él ya no hablaba con Sasuke y yo me sentía cada vez culpable por eso. Él consiguió comida para los dos y nos sentamos juntos en una de las mesas.
—¿Por qué me tratas así? Por mi culpa Sasuke ya no te habla y lo demás hablan mal de ti también.
—Que hablen lo que quieran. Ya te lo he dicho. Eres mi amiga, y si Sasuke no me quiere hablar es su problema. Yo no hice nada — la seguridad de Naruto era inmensa, él siempre ha sido un sol y sus rayos aún me seguían dando esperanzas.
—No tengo hambre — negué comer, tenía mucha falta de apetito.
—Debes comer algo. No me muevo hasta que comas Hinata — dijo serio.
