Capítulo 23: Luz al final del túnel

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—No tienes que responder si no deseas —agregó Amber rápidamente, captando que su compañero había quedado sumido en sus pensamientos.

Jack tardo un instante antes de hablar, como si estuviera eligiendo cuidadosamente las palabras adecuadas.

—Tener un hermano es increíble —comenzo con su voz cargada de reflexión—. Mi hermano y yo éramos muy unidos antes de que todo se fuera a la mierda. Recuerdo que solíamos explorar juntos, reír y cuidarnos mutuamente. Pero después de lo que pasó...

Su voz se quebró levemente, luchando por mantener la compostura.

—Desearía haber tenido más tiempo con él, haberlo protegido más. Es difícil, es como llevar un pedazo de tu pasado contigo, pero también un recordatorio constante de lo que perdiste.

Amber asintió en comprensión, sabiendo que no había palabras adecuadas para responder a una experiencia como esa, la tristeza en los ojos de Jack era palpable, y ella no quería presionarlo más.

—Nunca pude tener un hermano, era lo que más deseaba —se sinceró la rubia—. Siempre me gustaron los niños.

—Mi hermano era capaz de sacarme una sonrisa en mis peores momentos —reveló Jack, sumido en la nostalgia—. No merecía terminar de esa manera.

Amber se sintió un poco torpe, sin saber cómo consolar a su amigo, quizás la pregunta que había hecho no había sido la más adecuada.

—Lo siento, no fue mi intención —se disculpó, sintiéndose apenada por haber tocado un tema tan delicado—. Si de algo sirve, diste lo mejor de ti.

Jack asintió, agradecido por el intento de consuelo, aunque sabía que sus propios sentimientos era algo con lo que él debía lidiar. Ambos continuaron su camino en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos.

Amber decidió no hacer más preguntas que pudieran resultar incómodas, y Jack, se sumergió nuevamente en sus recuerdos. Sin embargo, la atención de ambos fue nuevamente capturada por algo en la distancia.

—¡Adelante! —exclamó la rubia, rompiendo el silencio.

A lo lejos, vislumbraron lo que habían estado esperando: el final del largo túnel que los había mantenido en su interior durante varios minutos. Incrementaron su paso, sintiendo la emoción de acercarse al término de este oscuro trayecto.

Finalmente, llegaron al final del túnel, y al cruzar esa línea, sintieron un alivio profundo. La luz del exterior los recibió con su bienvenida calidez, y ambos inhalaron profundamente el aire fresco como si fuera la primera vez en mucho tiempo.

—Lo logramos —exclamó emocionado Jack, momentáneamente liberado de su dolor mientras se enfoca en el logro compartido.

Del otro lado del túnel, emergió una estación de tren subterráneo. La transición del oscuro túnel a este espacio más abierto y amplio les proporcionaba un sentimiento de liberación.

Jack fue el primero en salir de las vías del tren, necesitando un esfuerzo para cambiar de posición y alcanzar la superficie. Extendiendo su mano, ayudo a Amber a cruzar al otro lado. Una vez fuera de las vías, sus ojos se dirigen hacia la estación que los rodeaba.

La rubia fue la primera en subir del área de las vías, apoyando su mano contra el borde del andén y empujándose con cuidado con ayuda de Jack. Una vez en el nivel superior, extendió su mano para ayudar a su amigo a hacer lo mismo.

Juntos, observaron la estación subterránea. Sin embargo, a diferencia de lo que esperaban encontrar, se toparon con una escena de caos y destrucción. La sangre manchaba el suelo y las paredes, evidenciando algún tipo de enfrentamiento pasado. 

Escombros y vidrios rotos se esparcían por todas partes, y los letreros que alguna vez guiaron a los pasajeros estaban ahora desgarrados y destrozados. El alboroto y la violencia parecía haber dejado su huella en este lugar que alguna vez fue un punto de encuentro y tránsito.

—¡Ahí! —señaló la rubia repentinamente, rompiendo el silencio tenso que reinaba en el lugar. Señalo con urgencia hacia unas escaleras que conducían hacia la superficie.

El descubrimiento fue respiro en medio de la desolación. Las escaleras ofrecían una vía de escape y la posibilidad de continuar su viaje en un ambiente diferente. Sabían que debían avanzar y explorar para sobrevivir, por lo que se dirigieron hacia las escaleras con determinación.

—Vamos —dijo Jack, con una mezcla de curiosidad y ansiedad por dejar atrás el sombrío escenario.

Mientras subían, la oscuridad de la estación subterránea iba quedando atrás, reemplazada por la luz tenue que se filtra desde arriba. Al llegar a la superficie, sus ojos se encontraron con una ciudad que reflejaba la misma naturaleza devastada que habían visto en su viaje.

Los edificios, una vez grandiosos, ahora estaban cubiertos de enredaderas y vegetación, luchando por reclamar su territorio. Ventanas rotas y paredes agrietadas daban testimonio del paso del tiempo y la ausencia de mantenimiento. Caminaron con cautela por las calles desiertas, rodeados de autos destrozados y escombros. El sonido del viento que soplaba a través de los edificios creaba una atmósfera inquietante.

Aunque estaban en una ciudad considerablemente grande, la falta de vida humana era notable. Sintiendo la esencia de la destrucción y la decadencia a su alrededor, como un recordatorio constante de los eventos que habían llevado al mundo a ese estado.

Sentido MortalWhere stories live. Discover now