Capítulo 31: Siempre él

146 7 0
                                    

Andrea

Me despido de mi familia para después agarrar una maleta con algunas de mis cosas, solo llevo lo necesario. Dante me observa de una esquina sé que no está de acuerdo con que viaje justo ahora que estamos con muchos problemas, pero debo hablar con mi hermano de una vez por todas.

A pesar de no estar de acuerdo me apoya en mi decisión, e incluso ha aceptado que me vaya sola a enfrentar la situación, pero también sé que eso no es del todo verdad ya que conozco muy bien a mi amado novio para saber que irá atrás mío y solo está fingiendo que no lo hará para evitar una nueva discusión.

Mi hermano se encuentra instalado en una de sus empresas en Francia por lo que decidí viajar. Estoy cansada de esta situación, pero necesito decirle antes de que me arrepienta.

—Volveré antes de que me extrañen —bromeo para calmar el ambiente tenso que se ha formado.

—Ni siquiera te recordaremos —dice Donato solo para molestarme.

—Idiota —hablo entre dientes fulminándole con la mirada.

—Ya basta, no quiero que empiecen a pelear como críos —interviene Lía rodando los ojos con frustración.

—Te acompañare hasta el aeropuerto —menciona Dante llamando mi atención.

—Claro —es todo lo que digo mientras observo como agarra mi maleta y empieza a caminar hacia la salida así que me despido de todos nuevamente y empiezo a caminar siguiendo a mi sexy amargado —. No tienes que hacerlo —hablo cuando logró llegar hasta donde se encuentra.

-Quiero hacerlo —responde sin mirarme.

—Dan... yo —me veo interrumpida por su voz.

—No estoy molesto, solo preocupado —aclara al tiempo que se da la vuelta para enfrentarme —. Debemos salir por la parte trasera para que los malditos periodistas no te molesten y no sabes la impotencia de ello —me dice y entonces comprendo sus razones al estar tan disperso.

—Pasará, ya lo veras, solo es cuestión de que se aburran o que encuentren otra cosa más interesante —respondo para calmarlo un poco.

—Solo quiero lo mejor para mi familia —habla con frustración.

—Lo entiendo y no sabes cuanto lamento provocar estos problemas —me disculpo apenada.

—¿Qué? No digas eso mi amor, tú solo eres una víctima en todo esto, y por si lo olvidas eres mi familia —responde apresuradamente para sacarme de mi error.

—Lo sé, y me siento muy feliz de formar parte de ustedes —digo con una sonrisa.

—Ahora iremos al aeropuerto o de lo contrario, me arrepentiré de dejarte ir sola.

***

Después de unas horas de viaje al fin he llegado a Francia, sé que hablar será difícil, y también tengo en cuenta que mi hermano se habrá enterado de las noticias, y que cuando él sepa la verdad deberé contarle mi pasado.

Dejó de pensar cuando el taxi estaciona al frente de la Compañía, le pagó y bajó del vehículo para dirigirme hasta las instalaciones. Al llegar todos me miran, nadie conoce a la pequeña hermana del jefe, mi madre se encargó de mantenerme en un perfil bajo ya que le doy vergüenza, cosa que antes me dolía, pero ahora no siento nada por esa mujer. Llegó hasta la que supongo es la secretaria, está me mira con superioridad y continúa con lo suyo.

Bonnes nuit, soy Andrea Lombardi quiero ver a tu jefe —hablo con seriedad y cuando terminó de hablar ella cambia su sonrisa falsa por una mueca y se pone pálida.

Amor sinceroWhere stories live. Discover now