Capítulo 16: Preocupado por su ángel

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Dante

Me encuentro estudiando en la sala mientras espero a mis hermanos y a mí chica, las cuales tengo entendido han ido de compras, y es algo que me agrada ya que mi ángel se rehusaba a comprar ropa, y solo se conformó con unas pocas prendas.

Me pierdo en mis pensamientos, mi hermano ha estado muy raro últimamente, y eso me preocupa, lo que menos deseo es que algunos de ellos tengan problemas.

Mi amigo, Andriano, también ha estado raro, pero sé que es algo relacionado a uno de sus secretos que guarda en lo más profundo de su ser, él es un hombre que ha sufrido igual o más que yo, y eso lo sé con lo poco que me ha contado.

Supongo que todos tenemos una vida difícil, en la cual nos cuesta seguir por los problemas, las pérdidas, las enfermedades e incluso por la falta de dinero, y a veces esto nos resulta tan difícil de comprender.

Vuelvo a la realidad al escuchar unos pasos, me quedo esperando a que hagan acto de presencia, y en menos de un minuto aparecen en mi visión mi hermana y mi novia, pero eso no es lo que llama mi atención, sino lo pálida que se encuentra mi stellina, sus ojos muestran ese miedo que pensé no volvería a ver, su manos están temblando, e inmediatamente me levanto del sofá para prácticamente correr a su lado.

—¿Qué sucedió? —pregunto preocupado mientras la inspecciono.

—No, ... no lo sé —dice mi hermana.

—¿Qué tienes, cariño? —le pregunto al tiempo que con mis dos manos agarro su rostro para que me mire solo a mí.

—Nada —miente. Pero, ¿por qué lo hace?

—Andrea, ¿qué tienes? —vuelvo a preguntar.

—Solo quiero descansar —dice suplicándome con la mirada para que no siga con mi interrogatorio.

—Bien —acepto sin más opciones, no quiero presionarla así que le daré su espacio y cuando esté lista me lo dirá —¿Y Donato? —le pregunto a mi hermana al no verlo por ningún lado.

—Él dijo que tenía cosas que hacer.

—Bueno, iré con ella, avísame cuando vuelva Donato y dile que necesito hablar con él —le informo a lo que ella asiente sin dejar de estar preocupada por Andrea.

—Yo dejaré las compras aquí y cuando se sienta mejor las acomodaremos —me explica al tiempo que entrelazo mi mano con la de mi novia para comenzar a caminar, ella se mantiene callada durante el camino a la habitación.

Odio este silencio, odio no saber lo que está pensando, lo que está sintiendo o lo que le preocupa, pero no puedo presionarla.

Apenas llegamos a la habitación, ella se aleja de mi dejando un frío en mi mano al no sentir su tacto, observo cada uno de sus movimientos, luce como la Andrea, desconfiada y asustada que conocí meses atrás, y eso solo me hace pensar que lo que sea que le esté pasando tiene que ver con su pasado.

—¿Por qué no confías en mí, stellina? —pregunto nuevamente tratando de que se abra para poder ayudarla.

—Necesito estar sola, por favor —pide y se que está a punto de llorar.

—No, no te dejaré sola en este estado —le digo con suavidad, pero sin perder la seriedad —. Ven, cariño —le pido acercándome a ella, para seguidamente abrazarla con firmeza para que entienda que estoy para ella hoy y siempre, siento su cuerpo temeroso, el cual se va calmando después de varios minutos, en dónde se ha dedicado a besar sus cabellos mientras le susurra palabras tranquilizadoras.

—Estoy cansada, y quiero dormir —dice y es cuando me doy cuenta que no me dirá nada, al menos no por ahora.

—Sabes que en algún momento tendrás que hablar, ¿verdad? —pregunto sin sonar brusco.

Amor sinceroTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang