La gran familia Vulturi

8. La guardia (Editado)

Iba camino a el salón donde se encontraba Aro, hoy era el día donde Heidi volvía a traer la excursión que terminaría en mis dientes.

—¿Que hace una belleza caminando tan sola por los pasillos?¿Necesitas ayuda?

—Deja de ser tan fácil, Demetri. —Demetri se llevó una mano al pecho fingiendo estar dolido.

—¿Me acabas de llamar fácil?

—Lamentablemente, presa fácil.

—No vivirás para contarlo, plaga de el mundo.

Alec paro en medio por el pasillo para extender sus manos y que de ellas saliera el humo negro de su don. Este iba llegando a Demetri cuando Jane apareció.

—Tranquilos vampiros. —Se metio entre medio de Alec y Demetri. —Heidi está por llegar.

Pasamos por al frente de la habitación de Hunter y solo se escucharon gemidos y suspiros de él junto a una chica. Reímos disimuladamente y abrí la muerta de un golpe. Jane se me adelanto.

—¿Quien es ella, Hunter? —Hunter gruño y se alejo de ella un poco dejándonos ver a la chica, con las mejillas coloradas y su corazón acelerado. —¿Me estás engañando?

Todos reímos por la actuación de Jane, incluido Hunter.

—¿Tienes novia? —Preguntó la humana que estaba debajo de Hunter. Ella comenzó a tratar de safarse y pudimos observarla mejor. Su cuello estaba lleno de pequeñas mordidas, que aún brotaban sangre.

¿Como demonios Hunter no perdía la cabeza al oler la sangre y su corazón palpitar con tanto desespero?

—Lárguense de aquí, estoy ocupado ahora mismo.

—¿Si? Heidi traerá otra excursión.

—Eso no lo pierdo por nada de el mundo. —Se levantó de un salto para ponerse una capa.

—¿Me dejarás aquí? —Le habló la humana.

—Está es mi habitación, no te dejaré aquí. —Se acercó a ella y sin tacto pegó sus dientes a su cuello alimentándose de su sangre. —Ya estoy listo.

Salimos de la habitación de el directo al salón pero nos vimos interrumpidos nuevamente por Hailey caminando mientras reía.

—¿Estas bien? —Le preguntó Alec.

—Si... Bueno no... conocí a un chico. —Miró al suelo. —Es humano.

—¡Demonios! Sabes que Aro no te permitirá que el entre al castillo a menos que sea un vampiro. —Le recalque.

—Lo convertiré. Les juro que me casare con el.

—Paren, Paren... hablaremos de eso luego. —Calmo a todos Jane.

Abrimos las puertas de el salón y Aro estaba allí, impecable como siempre.

—Llegan a tiempo...

—Si, por un momento pensamos que comenzaríamos sin ustedes.