7. Planeamos una boda en junio. (Editado)

2.1K 107 3
                                    

Estuvimos horas caminando, pero al llegar al castillo estaba todo oscuro. Era de noche, la mayoría de las personas estaban ya dormidas y solo pocas personas nos vieron caminando por Volterra.

—Supongo que Amelie y Alec hablaran... —Murmuró Aro al llegar.

—Si, maestro.

—Me llevaré a los los niños, quiero que arreglen sus problemas. —Lo mire indignada.

—¿Problemas?¡Aquí no hay problemas! —Confesé. —Nada podrá arreglar la manera en que veo a Alec.

—¿Irresistible?

—Un violador. —Alec miró el techo de el castillo, parecía consternado.

—¿Podemos hablar aunque sea?

—No, no quiero.

—¿Por que eres tan difícil? Tienes suerte de que Aro no decidiera matarte.

—Si no fuera por mis hijos, morir sería la mejor opción para mi. —Alec resoplo molesto y me agarro de el brazo para jalarme por uno de los pasillos.

—¡Basta! No quiero que me vuelvas a tocar. —Sus ojos se pusieron blancos por unos segundos.

—Como desees.

Alec comenzó a caminar solo por el pasillo dejándome atrás.

—Dolor... —Susurro Jane para luego sentir como mi cuerpo ardía. —¿Que crees qué haces con mi hermano?

Dejé de sentir el dolor a los segundos, Alec movió sus cabeza confundido y nos volteó a ver.

—¿Que ha pasado? —Preguntó extrañado.

—¿Cual es tu don? —Me confrontó Jane.

—Control mental... —Le conteste. —Controló mentalmente a las personas hasta que completen lo que les ordene o hasta que alguien más use su don con la persona.

—Ahí tienes tu respuesta, Alec. —Le habló Jane. —Llevaré a Amelie con Aro, nuestro maestro necesitó saber esto inmediatamente.

—Necesito hablar con ella.

—No te dejare solo con ella.

—Escúchame, Jane. Necesito hablar con ella ahora mismo. Me estoy desesperando cada segundo que pasa y no poder explicarle mi parte de la historia.

—Tu parte de la historia no cambiará mi manera de pensar sobre ti.

—Veremos Amelie, planeo conquistarte antes de casarme contigo.

—No me casare.

—Solo habla conmigo unos segundos y te dejaré libre durante estos días.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. —Alec agarro mi mano y salimos de la vista de Jane y Demitri. Entramos en una especie de habitación, pero más bien parecía un estudio. En el medio solo había como un tipo de cama junto a muchas libros.

—¿Donde estamos?

—Podría decir que es mi habitación. —Asentí tranquila.

—Al grano, ¿Que quieres decirme?

—Se que no me creerás pero primero que nada, quiero pedirte disculpas.

—¿Disculpas?

—Si, en ese momento no vi el daño que te hacía, estoy acostumbrado a que los humanos no son más que objetos en nuestras vidas.

La gran familia VulturiWhere stories live. Discover now