En ocasiones piensas que tú vida está en el mejor de los rumbos, tienes trabajo, estás comprometid@, tu familia es unida, tus amigos están cerca de ti, no hay más que pudieras pedir.
Pero de repente conoces a una persona, aquella persona que solo v...
-en que piensas?- me preguntó Brandon sentándose a mi lado, yo no dije nada, solo miraba aquel ramo de rosas en la mesa de centro -en él?-
-no- reí nerviosa y lo miré
-a mi no me puedes mentir chiki- dijo con media sonrisa -te movió algo cuando lo viste-
-sabia que lo vería- suspiré -pero no creí que viniera a buscarme al departamento- dije con media sonrisa
-estas segura que quieres que vayamos mañana?- me preguntó y yo me quedé pensando unos segundos
-si- asenti -te tengo a ti a mi lado y eso me da valor-
-y nunca te voy a dejar sola chiki- posó su mano sobre la mía y yo sonreí
Agradecía mucho la presencia de Brandon, era verdad que me daba el valor que me hacía falta para volver a enfrentar a César, y esque les soy muy honesta, él se ha ganado una parte muy importante de mi corazón, me apoya, me aconseja y sobre todo me escucha, he llegado a llorar con él, me ha consolado, una ocasión me puse super peda por César, y Brandon estuvo ahí apoyándome, cuidandome, siempre estaré agradecida con él por todo lo que ha hecho por mi, y no solo es agradecimiento, es cariño, un cariño puro y sincero.
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Estaba lista, era hora de ir a la fiesta de mi Lunita, ya llevaba su regalo, unas lindas botas Gucci y un conjunto de la misma marca.
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-lista?- me preguntó cuando baje las escaleras
-si- dije un tanto nerviosa
-en el momento que tú quieras nos regresamos eh- dijo acariciando mis brazos, yo lo miré hacia arriba por la altura
-gracias- sonreí y le di un abrazo
Salimos de la casa y ésta vez me tocaba conducir, yo conocía el camino a la perfección, sinceramente las manos me sudaban y sentía escalofríos, pero trataba de relajarme. Después de 15 minutos ya estábamos frente a la casa de los plebes.
