Un imposible a tu medida ❤️‍🩹

Capítulo 37: La apuesta

-la otra semana vamos a ir a California- me dijo César en cuanto subimos a su auto, ya habíamos comido -tenemos una presentación y queremos ir a pasear- yo lo miré -quieres ir con nosotros?-

-con tu familia?- pregunté y él asintió -no sé- lo dude un momento

-seran solo cuatro días- dijo tranquilo -iran con nosotros la Lillian y la Andrea-

-y tus papás y Luna- asintió y me miró con unos ojitos que era imposible decir que no -esta bien- suspiré con una sonrisa

-yeiii- dijo alegre -nos vamos el jueves- encendió el carro -ese día estaremos en el hotel y el viernes iremos a la tocada- yo lo miraba atentamente -el sábado queremos ir a Universal Studio y el domingo tengo planeado algo para ti y para mí antes de regresar a Phoenix-

-para nosotros solos?- pregunté sonriendo y él asintió, posó su mano en mi pierna

-te encantará- me dijo con una linda sonrisa a lo que le correspondí

César condujo hasta el departamento de Lillian, dónde me quedaría las siguientes semanas.

-mañana vengo por ti para llevarte al trabajo- me dijo una vez que estacionó el auto

-no es necesario- sonreí -no está muy lejos de aquí-

-y eso que?- me miró -no quiero que te pase nada- tomo mi mano -asi que yo mismo te llevo y te regreso del trabajo-

-esta bien- dije resignada y sonriendo

Me despedí de César con un beso, siempre que nuestros labios se unían, sentía muchas mariposas en mi estómago, la piel se me erizaba y mi mente se quedaba en blanco. Después de unos minutos de despedida, baje del auto y César se arrancó camino a su casa, yo subí las escaleras y toque la puerta del departamento de Lillian, quien me recibió con una enorme sonrisa y un fuerte abrazo.

-te trajo César?- preguntó cuando ambas nos sentamos en el sofá

-si- sonreí -fuimos a comer y me trajo, tenían ensayo-

-si me dijo el Carlos- sonrió -te que tal las cosas con César?-

-de que hablas?- pregunté haciéndome la que no sabía a qué se refería

-bebe- suspiró -se les nota a millas lo mucho que se gustan-

-pues la verdad si- dije después de unos segundos -honestamente desde que escuchaba su música era quien me gustaba, su voz al cantar me eriza la piel- sonreí -pero ahora es diferente-

-como?- preguntó levantando una ceja

-para mi ya no es "César Parra de Los Parras"- hice las comillas con mis dedos -solo es César- sonreí -es una persona increíble de verdad-

-honestamente nunca habíamos visto al gemelo así- sonrió

-pero seguramente tenía muchas atrás de él-

-muchisimas- confirmó -pero él nunca buscaba algo serio, solo para el rato- ambas reímos ligeramente -pero contigo si lo vemos bien diferente- lo pensé unos segundos

-no se que hacer- suspiré

-mira- me tomó de las manos -uno de los motivos por los que te ofrecí vivir conmigo, aparte de para tu mejor comodidad- la miré confundía -es porque el Carlos y yo sabíamos que el César estaría yendo a verte todos los días si le es posible- sonreí -yo sé que tienes una relación y todos la respetamos, pero también sabemos que César y tú tienen algo, verdad?- yo asenti bajando la mirada -aprovecha éstos días que estarás aquí para conocer mejor a mi cuñado- la miré -quiza termines enamorada de él-