Un imposible a tu medida ❤️‍🩹

Capítulo 77: La cita

Chulas, les vamos a dejar dos capítulos más, ya que mañana no subiremos en ésta historia para subir en la de "lo tuyo y lo mío", apoyen mucho ambos capítulos porfa 🙏

Los últimos días César ha estado muy cariñoso conmigo, no he tocado más el tema de la goda, pero no se me olvida aunque realmente me ha demostrado que quiere algo bien conmigo, por eso mismo he decidido hacerle una sorpresa, me voy a declarar, ya se que eso normalmente lo hacen los hombres, pero quería hacerlo diferente, quería yo dar ese paso.

Ya llevo días planeandolo, Carlos, Cristhian, Andy y Lillian me han ayudado en todo, desde comprar las cosas, hasta planear donde, cuando y cómo será.

Me encontraba en la boutique, habían pocas personas y las estábamos atendiendo entre Lillian y yo, pues Andrea y la gorda estaban platicando mientras Andy le arreglaba el cabello a la gorda.

-esto está siendo un exito- me dijo Lillian cuando la última clienta se fue

-ya sé- sonreí -no cabe duda que todo en mi vida se está acomodando-

-y mañana que César y tú sean novios oficiales todo será mejor- dijo alegre

-ya sé- me acerque al mostrador, cerca de donde estaban Andrea y la gorda -estoy muy nerviosa-

-porque muñe?- me preguntó Andrea

-y si me dice que no?- dije y ambas rieron -que?-

-porque piensas eso?- me preguntó Lillian

-pues yo pensé que regresando de México me pediría ser su novia- suspiré -pero nada-

-se por muy buena fuente que mi primo te quiere pedir ser su novia- dijo Andrea, en el reflejo del espejo pude ver el gesto de desagrado de la gorda

-pero te le vas a adelantar- dijo Lillian emocionada -le va a encantar la sorpresa-

-eso espero- dije sonriendo

~~

Ese día no vería a César, ya que terminaría los últimos arreglos junto con Lillian y Carlos, Cristhian se había ofrecido para distraerlo y no tuviera tiempo de querer venir al departamento.

Había planeado que todo fuera a las 3 de la tarde del día siguiente, no abríamos la boutique y los plebes me ayudarían a terminar de decorar.

-ya nos vamos tn- dijo Carlos, miré el reloj y ya era bastante tarde

-muchas gracias por todo- dije sonriendo

-nada que agradecer futura cuñada- ambos reímos

-mañana estoy aquí temprano muñe- dijo Lillian y yo asenti

Nos despedimos, y ellos se fueron, me duché y me puse mi pijama, me recosté y mire un rato mi celular antes de dormir.

~~

-ya está todo- dijo Lillian alegre -ya falta poco para que estén aquí-

-si- dije con media sonrisa

-te vas a cambiar?- yo asenti y fui a mi habitación

Me duché una vez más, pero no era por qué me sintiera sucia, era porque quería ahogar mis lágrimas con el agua, me tomé mi tiempo, me puse un vestido un poco corto, me asegure de que todo estuviera en mi maleta, arregle mi cabello y me puse poco maquillaje.

-ya llegaron muñe- dijo Lillian tocando la puerta del cuarto -ya van a subir-

Al escuchar esas palabras mi corazón comenzó a latir muy rápido, salí del cuarto y me encontré con Lillian

-hay algo que tengo que pedirte antes- dije mirándola

-que pasa muñe?- preguntó con una sonrisa

-quiero que te hagas cargo de la boutique un tiempo- dije por fin

-como?- estaba confundida -te piensas llevar de luna de miel al César?- preguntó riendo y yo force una sonrisa

-algo así-

-que bien guardado te lo tenías- se veía emocionada -a dónde lo llevarás?-

-es algo que salió de imprevisto- apreté mis labios -es una sorpresa-

Se escuchó tocar la puerta, Lillian me miró, me dio un abrazo fugaz y me dio un beso en la mejilla, entró a mi habitación y yo camine al centro de la sala, todo estaba acomodado, habían rosas azules, rojas y negras, velas artificiales, y algunos globos de corazón en color azul.

La puerta se abrió, le había dado llaves a Carlos para que pudieran entrar sin tener que tocar, al abrirse la puerta vi entrar a Cristhian de espaldas, tenía tomado de las manos a César quien entró con una venda negra cubriendo sus ojos, maldita sea se veía precioso, tenía una camisa blanca, un saco negro, sus jeans rotos y sus mocasines negros, sonreí por inercia al verlo, detrás de él venía Carlos.

-donde estamos cabrones?- preguntó César entre risas

-que pinche pedo es poderte dar una sorpresa wey- dijo Cristhian -te pones bien pendejo- yo reí por lo bajo ante la queja de Cristhian.

-ya te dije que confíes en nosotros popreno- dijo Carlos, me miró y yo asenti -listo?- preguntó después de colocar a César frente a mi

-supongo que si- dijo frotando sus manos

Cristhian se quitó de enfrente y Carlos se encargó de quitar la venda de los ojos de César quien parpadeo un par de veces, supongo que para acostumbrarse a la poca luz de la habitación, recorrió todo el lugar con su mirada, se notaba sorprendido, al mirarme sonrió ampliamente y se acercó a mi.

-que es esto?- preguntó tomandome de la cintura

-sorpresa- dije sonriendo y posando mis manos en su cuello

-te miras bien hermosa- dijo mirándome de pies a cabeza

-y tu no te ves nada mal- dije sonriendo

-nosotros los dejamos- dijo Cristhian

-Lillian!- grito Carlos y esta salió de mi habitación

-diviertanse tortolos- dijo pasando rápido por nuestro lado y ambos reímos

Ellos salieron del departamento.

-a que se debe todo esto?- preguntó sonriendo y mirándome a los ojos

-hay algo muy importante debo decirte- sonreí

-que es eso tan importante?- preguntó curioso

-no desesperes- sonreí -primero vamos a comer-

-me parece perfecto-

César volvió la vista a mi, aún estaba tomándome por la cintura, los zapatos de tacón me ayudaban a estar un poco más alta, de a poco se acercó a mi y posó sus labios en los míos, fue un beso tierno, solo nuestros labios chocando, no más. Se separó un poco de mí.

-que pasa?- pregunté confundida

-quiero mirarte bien- dijo tomando mis manos, nos separamos un poco y me dio una vuelta en mi propio eje -ala madre te ves hermosa- volvió a sonreír

Me tomó de la cintura y me atrajo a él, solo me dedique a abrazarlo por el cuello y a esconder mi rostro en su cuello, impregnarme de su aroma, su loción combinada con el aroma de su piel eran una droga para mí.