14 ⌘ Él Puede Ser Hawkeye

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Por eso su cuerpo se movió de forma automática y caminó hacia donde estaba Alek, que se había detenido al entender que lo que James decía era cierto.

Desganado, Alek resopló, pero cuando vio a Tailime caminar hacia él, la confusión se apoderó de sus facciones, y su sorpresa fue mayúscula cuando fue ella quien lo tomó de la muñeca y lo jaló hacia las tiendas que se encontraban más adelante.

—¿Q-qué estás haciendo? —tartamudeó Alek cuando sus mejillas comenzaron a encenderse sin oponer resistencia a la mano que lo sujetaba.

—Vamos a comprarte un traje de baño —Tai se sorprendió de no titubear al hablar, aunque estaba segura que el resto de su cuerpo traicionaba los nervios que sentía.

—Oye —Alek la hizo detenerse, haciendo que Tai se girara en su eje con el ceño fruncido por la interrupción de su avance, pero sin soltarlo —. Ya te dije, no tienes que comprarme nada. No tienes que hacer caso a lo que Grant dijo.

Tai parpadeó dos veces y su respiración pareció normalizarse un poco. Aún sentía cómo le temblaba el cuerpo ante la posibilidad de ver a Alek de la manera que James describía, aunque no quería admitirlo. Era demasiado vergonzoso. Por eso volvió a mirar hacia las tiendas de trajes de baño, con la esperanza de que hubiera algo accesible para que Alek no pudiera decir que no a su ayuda.

—Escucha, no me verás en ropa interior, si eso es lo que te preocupa —Alek adivinó sus pensamientos. Aunque no tuvo que indagar demasiado, el sencillo temblor en la mano que lo sujetaba la delataba lo suficiente—. Puedo meterme al agua con todo y ropa, no hay necesidad de que gastes tú dinero en eso. La que realmente necesita un traje de baño si quieres meterte a nadar eres tú. Así que, ¿qué te parece si vamos a comprar el tuyo?

Alek se soltó de su agarre; cosa que perturbó a Tai un poco, ya que no estaba consciente de que aún lo tuviera sujeto.

Pero lo que la desconcertó aún más fue que en vez de que Alek caminara hacia las tiendas por su cuenta, fue él quien la tomó de la muñeca y tiró de ella con cuidado para que Tai comenzara a caminar.

Uno de los pies de Tai se estancó en una de las tablas del suelo, haciendo que tropezara antes de volver a conseguir el equilibrio, arrancándole una pequeña risita a Alek.

Tai se mordió los labios, intentando ocultar su propia sonrisa. La risita de Alek no había sido de burla, más bien una reacción natural ante su torpeza.

Ambos caminaron hasta la siguiente tienda, donde Tai extrañó el contacto de la mano de Alek cuando soltó su brazo.

—¿Bien? —le preguntó Alek cediéndole el paso.

Tai miró el interior de la tienda, escaneando la mercancía. En la última tienda ni siquiera se molestó en ingresar, porque no había otra cosa más que bikinis expuestos en los estantes. Y ni loca pensaba exponer su cuerpo, que era por demás transparente. Pero esta tienda parecía tener varios modelos de piezas completas.

Dio un paso adentro y el olor a coco artificial fue un agradable cambio al olor de basura que los otros dos chicos habían mantenido cerca de ella.

Sin esperar más, Tai se acercó a las piezas completas, observando las más sencillas. Uno de color azul marino que se ataba en el cuello le llamó la atención.

Los precios parecían más accesibles que los de la tienda anterior, por lo que se giró para hacérselo saber a su acompañante. En vez de estar viendo los trajes de baño para hombres, Alek estaba observando un traje de baño de mujer colgado frente a un gran estante.

Era de una sola pieza, con un estampado colorido y barbas a la altura del pecho. Aunque en vez de dejar solo la espalda al descubierto, también descubría sus costados a la altura de la cintura, siendo conectada la parte de arriba con la de abajo por un pedazo de tela curvo, cubriendo el ombligo.

La Historia Entre Los Dos [Libro #1]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ