01/12/2023

1 0 0
                                    

He empezado el día terriblemente mal, tomando un café mediocre y a medio acabar, he pensado en todo lo que me rodea actualmente, no estoy satisfecha con nada ni nadie. ¿El problema seré yo? ¿Espero demasiado de mis círculos? ¿De dónde viene toda esa autoexigencia? O más bien, ¿Todo esto reside en lo vano de lo cotidiano?

Hay fechas en las que realmente piensas que todo acaba y es que la vida, no deja de golpearte hasta dejarte en el suelo medio deshilachado sólo para poder recomponerte de nuevo, es algo totalmente inaudito.

Al elegir qué botas me ponía para salir, he llegado al cúlmen de lo irascible, incapaz de coger un par que se atenuara a mis gustos, ha derivado en una crisis existencial sobre mis motivos de vida.

Todo pasa por algo y todo conlleva un por qué, pero estoy deseando descifrar lo que el futuro tiene deparado para mí.

Últimamente todo se siente como una especie de yincana donde cada obstáculo es mayor que el anterior, vas saltando y esquivando los golpes que provienen de todo este proceso llamado veintena, pero una vez al mes o quizás más, llega a ahondarte tan a fondo, que necesitas varios días para volver a recuperarte y sentir que todo esto tendrá su fruto.

Es gracioso cómo los humanos siempre intentamos darle un sentido al sufrimiento, ya sea aferrándose a la fe o simplemente atajando todo como llega. Nadie se salva de rezarle a Dios en momentos de flaqueza o creer en que, el destino tiene un gran plan para todos nosotros.

¿Cuál es ese plan pues? Todos los procesos terminan resultando tediosamente dolorosos, y aún así, cuando llegamos a esa meta tan esperada, nos sentimos insatisfechos, como si nos hubieran arrancado un pedacito de alma, un gran vacío que llevamos consigo a todas partes.

¿Cuál será el proceso final? Yo todavía me siento volátil ante esta pregunta que nos muestra la vida tal y como viene.

Aquí, por continuar, por aferrarse a los clavos ardiendo, el devenir y la inquebrantable fuerza del ser.

Diarios de una veinteañeraWhere stories live. Discover now