𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 20

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Al pequeño Kyu le costó acoplarse a nosotros, tal parece que no le habían explicado el que ya no iba a volver con su querido "Dazai-nii" y que desde ahora viviría con Chūya, quién parece haberse tomado enserio el papel de cuidador del niño. Apenas terminó de leer la carta, bajó corriendo para tratar de alcanzar al chico de la mafia, pero ya no lo alcanzó y tuvo que volver a explicarle las cosas al pequeño.

Desde eso ha pasado un mes, Kyusaku ahora parece algo más feliz pero hay momentos en los que se deprime y dice que extraña a su hermano junto a una tal "Ane-san", es doloroso ver al pequeño sufrir por su "familia" pero entiendo porque lo hizo, aunque nunca me cayó bien Dazai puedo comprender y admirar su sacrificio, despegarse de un ser querido para que tenga una mejor vida es un gran acto de amor.

- ¡Kunikida-san, mira! -frente a mi se colocó un peluche de conejo negro con un lazo rojo, parecía muy emocionado dando saltos en mi delante- Chūya-san me lo acaba de comprar mientras íbamos al parque, ¿no está lindo?

- Debo de reconocerlo, pero no es momento para que estén saliendo a pasear cuando Chūya aún no ha terminado sus informes, así que por favor siéntate en la sala de descanso y termina de realizar las prácticas de kanji que te asigne

- Ow, que aburrido eres, Ideales-san

Sentí un tic en mi ojo ante ese apodo, tengo el sentimiento que ya lo escuché antes y no me causa gracia, este niño aún tiene mucho que aprender y mejorar, sus modales son muy...negligentes, por así decirlo; aunque eso no debería de sorprenderme, considerando donde creció y aún más teniendo en cuenta la vida que llevaba, aunque sólo sé lo que mi compañero nos contó, y no creo que eso sea toda su historia.

- Sólo obedece, mocoso

Ya ha pasado un mes desde que Dazai-kun aceptó el trato con el jefe, todo este tiempo él se ha encontrado más silencioso y sólo ha seguido las órdenes de Mori-san sin replicar, cuando lo llamo para tomar el té no habla más que para responder lo qu...

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Ya ha pasado un mes desde que Dazai-kun aceptó el trato con el jefe, todo este tiempo él se ha encontrado más silencioso y sólo ha seguido las órdenes de Mori-san sin replicar, cuando lo llamo para tomar el té no habla más que para responder lo que le pregunto, ni siquiera cuando se unió a la organización era así, como un títere sin voluntad.

No podía soportar verlo así, por lo que en contra de todos mis ideales decidí buscar a la única persona que podría ayudarme, espero no estarme equivocando con él. 
Apenas estuve frente del edificio comencé a arrepentirme, no quería meternos en algún problema por si el jefe se enteraba, pero mi cariño por Dazai me impulsó a ingresar.

- Muy buenas tardes, detectives -todos los presentes dejaron de hacer sus actividades ante mi presencia- Necesito hablar con Nakahara Chūya

- Buenas tardes, madame, ¿usted es?

- ¡Ane-san!

De pronto mis piernas fueron abrazadas por mi querida amapola, quien comenzó a llorar exclamando cuanto nos extrañaba, lo único que pude hacer fue acariciar dulcemente su cabecita y responderle que nosotros también lo extrañabamos, y lo mucho que nos dolió dejarlo allí pero que era por su bien.

Ai, sorehanandesuka? | Soukoku|Where stories live. Discover now