𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 7

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El equipo comenzó a desplazarse por el lugar, tratando de cubrir la mayor parte de la entrada e impedir que los atacantes pudieran ingresar, Chūya era quien más esfuerzos hacía en detener a los que eran usuarios de habilidades, era el único dentro de este equipo que tenía una, sus compañeros eran humanos normales. De entre todo el grupo rival, el que parecía tener una habilidad problemática era el viejo, el líder de ese escuadrón que según recuerda se hacen llamar los "Lagartos Negros", perteneciente a Port Mafia.

- Encárguense de los otros, del viejo me haré cargo yo -ordenó a sus hombres, centrando toda su atención en Hirotsu

Acabar con los hombres que hacían de refuerzos no fue problema, pero los principales miembros del escuadrón eran más fuertes y ágiles de lo que esperaban, lamentablemente varios de sus hombres fueron asesinados, el integrante más peligroso era el joven de negro con mascarilla.

- Maldición -masculló entre dientes, se sentía inútil de no poder proteger a sus hombres- Malditos bastardos

- Lo mejor será que te rindas, claro, si es que aprecias la vida de tus subordinados -le chantajea el hombre mayor- Decide, ¿la vida de ese ricachón o tus hombres?

Se sintió en una encrucijada, no podía decidir entre su trabajo y la seguridad de los hombres que le entregaron su confianza, paseo su mirada por ellos reconociendo el terror y desesperación en sus rostros; ya había tomado una decisión. Era momento de demostrar porque era tan temido en su adolescencia, no por nada lo llamaban "El rey Oveja", el mejor artista marcial de la ADA.

Ya era bien entrada la noche, dentro de la oficina del jefe solo se podía escuchar el constante sonido de una pluma sobre el papel, este era Mori Ōgai, quien se había quedado revisando los informes que había recibido de sus subordinados

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Ya era bien entrada la noche, dentro de la oficina del jefe solo se podía escuchar el constante sonido de una pluma sobre el papel, este era Mori Ōgai, quien se había quedado revisando los informes que había recibido de sus subordinados. En esta habitación también estaba un joven dormitando en el sofá, cubierto simplemente con un abrigo negro, y cerca de él había una niña rubia, leyendo un libro en completo silencio.

- ¿Cómo es posible esto? -masculla con enojo- Simplemente tenían que acabar con ese mocoso, ¿qué tan difícil puede ser? -la niña rueda los ojos con exasperación- No, no es nada de que preocuparme, solo fue una mala estrategia, es todo -el joven en el sofá se mueve, captando su atención- Y si nada sirve, siempre tengo mi carta de triunfo 

Una sonrisa maliciosa se forma en su rostro, sus ojos habían adquirido un brillo perverso mientras se acercaba al chico dormido, acariciando "cariñosamente" sus suaves rizos castaños, causando un suspiro en el joven, quien estaba sumido en un profundo sueño. Para cualquier observador externo podría parecer la imagen de un padre velando los sueños de su hijo, pero solo los más cercanos sabían que esa declaración estaba muy alejada de lo que era la realidad.

- Dazai-kun, mi dulce y pequeño demonio -el júbilo era perceptible en su voz- Contigo a mi lado, nada podrá detenernos, esta ciudad pronto caerá bajo control de la Port-mafia -la niña sólo chasqueo asqueada, no podía soportar a su "dueño"- Y tú serás esa daga que escondo bajo mi almohada, listo para atacar cuando yo lo decida

En la enfermería de la organización se encontraban los miembros de "Lagarto Negro", siendo atendidos por los médicos, quienes habían suturado los cortes y reacomodado cualquier hueso que se haya dislocado o movido gracias al ataque del manipulador de la gravedad.
En la habitación donde se encontraba internada la joven Akutagawa, se encontraba la misma junto a su hermano, quién parecía preocupado y furioso por el estado de su hermana menor, de pronto su conversación se vio interrumpida debido a la inesperada visita de  la ejecutiva Kōyō.

- Kōyō-san -saludan respetuosamente- No esperábamos verla por aquí

- Akutagawa-kun, Gin-chan -saluda a los jovenes- Vine a ver como se encontraba nuestra querida asesina después de este ataque, debo de admitir que me encuentro sorprendida por los resultados -sentándose en un sillón cerca de la ventana- Aunque nuestro querido loto ya me había mencionado sobre la capacidad de este...detective, parece que podría resultar problemático para nuestra organización

- Dazai-san ya nos había advertido sobre que no seríamos capaces de enfrentarnos a Nakahara, pero por orgullo nos pasamos por alto su advertencia -aprieta con fuerza su puños, soltando un pequeño siseo de dolor por el movimiento- Es comprensible que ni siquiera haya querido vernos, este es resultado de nuestro ego

- Imōto, no pienses eso -la consuela su hermano- Cualquiera puede equivocarse, además, no creo que Dazai-san esté enojado contigo -le da una pequeña sonrisa- Después de todo, ¿no eras su niña favorita?, la única a la que dejaba aferrarse a su pierna 

Ante esta declaración, la joven pelinegra se avergüenza y aparta la mirada, tratando de ocultar el sonrojo que se le forma al oír ese secreto que pensaba que nunca vería la luz. Inconscientemente, esperaba ver al hombre que había actuado como un hermano mayor para su hermano y ella.

- Ni lo busques, Gin-chan -la detiene la joven pelirroja, con una expresión de dolor y enojo- Nadie lo ha visto desde que fue  a la oficina del jefe al mediodía, aunque ya podemos hacernos una idea del porque su desaparición

- Ni lo busques, Gin-chan -la detiene la joven pelirroja, con una expresión de dolor y enojo- Nadie lo ha visto desde que fue  a la oficina del jefe al mediodía, aunque ya podemos hacernos una idea del porque su desaparición

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La agencia había recibido el informe del ataque a sus compañeros de trabajo, rápidamente se desplegaron para organizar el plan de apoyo y asegurar la seguridad de sus miembros. La imagen que se encontraron una vez llegaron era digna de pesadillas, tantos cuerpos arrojados sin vida en medio del gran jardín.

- Chūya, ¿qué diablos pasó aquí? -interroga Kunikida a su compañero- ¿Quien fue que te hizo esto? ¿Quién se atreve a burlarse de nosotros así?

- Lagartos Negros -es lo primero que habla el joven, aún en shock debido a la muerte de la gran mayoría de sus "colaboradores", quienes confiaron en él para extraerlos con vida- Esos malditos salieron de la nada, comenzaron a asesinar a diestra y siniestra a todos mis hombres

La imagen era clara y vivida dentro de su mente, cuando cerraba los ojos aún observaba la mirada suplicante de uno de ellos, pidiendolo que terminará con todo esto y poder volver con su amada familia. La traición en sus ojos, minutos de completo terror antes de ser asesinados.

- Llamaré para que se lleven los cuerpos e informen a los familiares -declaró el rubio, tratando de mantener la compostura- Una vez se haya hecho las formalidades requeridas, podemos brindarle la mejor despedida a estos defensores de la justicia

Ai, sorehanandesuka? | Soukoku|Where stories live. Discover now