Recuerdo la confrontación de Alex y Chris, también que Chase miraba de esa forma severa. Ambos se dijeron palabras en clave, que quería entender. ¿Que había pasado? ¿Que había pasado en casa? Si pasa algo ¿por que no me lo pregunto? ¿Por que no me pregunto lo que había pasado? Lo pienso de golpe, nadie lo pregunto excepto la señora Jenkis. No se en quien confiar, me siento insegura. Las cosas se ponen confusas. Entierro la cara en la almuhada y grito de frustración. Las cosas pueden empeorar tan fácilmente.

El Lunes pienso en contarle a Max sobre lo que ocurrió, pero término evadiendo el tema. Porque no se como decírselo y ya le he dicho suficientes cosas locas para que ya no logre creerme. Me quedo callada cuando nos sentamos en la zona verde a esperar nuestra próxima clase. He estado muy distraída desde lo que paso el viernes en la noche. Me quedó pérdida viendo el césped por un gran rato.

-Mia ¿estas bien?

Me cuesta un poco reaccionar.

-Sí -le afirmo distraída.

-Mamá me dijo que algo paso el viernes.

-Sí, tu tía tuvo un accidente -le respondo. Su tia había caído de las escaleras el viernes y por eso Amie se había marchado y me había dejado sola, para que luego pasara todo aquello, siento un escalofrío y alejo el pensamiento lejos para no torturarme con el.

-Sabes que no me refiero a eso. ¿Por que no quieres decirlo? Tampoco le has dicho a mamá.

-No ha pasado nada importante.

-Eso me afirma que ha sido algo grave. ¿Que paso Mia? ¿Por que no me dices?

-Si te digo que cuando estaba completamente sola en casa he escuchado como un grupo de personas la recorrían y cuando he intendo encontralos, todas la puertas de casa se han abierto ¿me creerías? -mis ojos se cristalizan en lágrimas, pero parpadeo varias veces para que no salgan y apartó la mirada.

-¿En serio ha pasado eso? -quiero negarlo con ironía cruel, porque me siento molesta, pero le respondo lo más tranquila que puedo lograr.

-No se que vi, porque de hecho solo vi sombras, no se si lo que escuché fue cierto. No quiero creer que me he vuelto loca. No quiero pensar en los posibles culpables. No quiero hablar de ello.

Espero que entienda que no quiero hablar nunca más de eso, cuando permanece callado se que ha entendido el sentido a mis palabras. Agradezco eternamente, mientras esperamos las siguientes clases.

No logro mirar a Allen en las clases, su mirada es tan persistente que la siento atravesar todo mi cuerpo. Estoy confundida, cada vez que cierro los ojos recuerdo esa noche. Quizá no había sido tan grave, pero le temia sin remedio.

Estaba en un estado de desconfianza, no confiaba ni en mi sombra y eso me atormentaba.

El miércoles por la mañana pasaba rodeando la escuela, había tomado el camino equivocado y había terminado en un lugar distinto al que deseaba. Las cosas se hacían graves, me estaba perdiendo. Respiré profundo y seguí caminando para encontrar una entrada, cuando admiré el humo y luego su figura. Me quedé inmóvil observando como le da una calada a su cigarrillo con los ojos cerrados de forma que parece que esta meditando.

No se que hacer, si devolverme o pasar al frente o saludarlo quizá. Odio no poder pensar con claridad y menos en el estado en el que me encuentro.

-Allen -le llamo, él abre los ojos como si saliera de un trance y me observa unos instantes. Deja salir el humo de su boca hacía el otro lado y aun con el cigarrillo entre sus dedos lo deja a un lado.

-Hola Joy -me responde asomando una sonrisa, admiró que la cortada que sigue en su mejilla, comienza a sanar y me dan ganas de preguntarle que le ha pasado, pero me retengo.

Black AngelsWhere stories live. Discover now