Y Naia lo conocía lo suficientemente bien como para notarlo. No dijo nada.

Sin decir nada Isaac se sentó en uno de los dos lugares libres en la mesa y empezó a comer al instante evitando así responder preguntas incómodas. No tardaron en imitarlo.

Había tanta tensión que con un simple cuchillo de punta redonda se podría cortar sin problemas.



Una vez acabaron de comer y recogieron la cocina, se dirigió a su habitación declarando necesitar acabar un trabajo mientras los tres se instalaban en el sofá para nada interesados en la televisión.

Sabía perfectamente que estaban discutiendo su extraña y preocupante actitud, y aunque le inquietaba, no podía centrarse en ello en ese momento. O al menos no con toda su atención. Sería el proyecto que se ejecutaría en segundo plano de su mente.

Con la puerta de su dormitorio cuidadosamente cerrada se sentó en la cama con la espalda recostada contra la pared y el portátil apoyado en las piernas y sabiendo perfectamente que se iba a arrepentir buscó la palabra.

«Fantasma»

Como no podía ser de otra manera, el primer resultado era de Wikipedia.

"Los fantasmas, en el folclore de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas errantes de seres muertos que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible, principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas."

—Y una mierda... —murmuró entre dientes. Ni perceptible, ni en lugares que frecuentaba ni con personas cercanas. No tenía nada de cierto, mas siguió leyendo.

"La creencia en aparecidos (muertos que vuelven a aparecer para encomendar alguna misión) o revenants (lo mismo, en francés), espectros, ánimas del Purgatorio, almas en pena, o fantasmas es muy propia de la naturaleza humana, tanto que tiene visos de ser o constituir un ente antropológico abstracto que pervive, como otros tipos de superstición, a través de numerosos factoides concretos. Ha generado y genera una amplia literatura..."

Disgustado, apagó el ordenador. ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué iba a contarle Wikipedia sobre fantasma? Seguramente quienes lo habían redactado ni creían en ellos. Como él. Como él hasta esa misma mañana.

¿Qué hacía entonces? ¿Cómo empezaba a buscar respuestas? Sobre él, sobre Asia, sobre la relación que los unía.

Siempre se había preguntado por las cosas, siempre había luchado por encontrar las respuestas que buscaba, y la falta de ellas empezaba a ser preocupante, una enorme fuente de estrés e inquietud. Más cuando no se trataba de temas filosóficos o matemáticos sino de algo que lo afectaba directamente. Y mucho.

Y luego estaba el persistente dolor de cabeza que le impedía concentrarse. Cerró los ojos con fuerza y se obligó a dejar la mente en blanco en un intento de controlar la creciente presión. 

Una voz habló a pocos centímetros de su oreja.

—Siento lo de antes.

—¡Joder! —exclamó con un grito. Se llevó una mano al pecho a la vez que se incorporaba en la cama de golpe, el corazón martilleándole las costillas a toda velocidad.

Asia se quedó paralizada, asustada del susto que ella misma le había causado asustándola a ella también. Si es que eso tenía sentido.

Isaac todavía estaba recuperándose cuando la puerta de su habitación se abrió de golpe. Naia entró como un bólido seguida de Áleix y Elia.

Cuando la muerte desaparecióWhere stories live. Discover now