Mirandy One Shots

Seda y Grasa - Parte 2 (+18)

El lugar fue increíble, todo lo que Andrea le prometió. Incluso la mano en su muslo, que actualmente la estaba quemando a través de sus pantimedias.

Estaban escondidas en un rincón. Estaba oscuro y apartado y la camarera solo apareció dos veces, una para tomarles el pedido y otra para traerlo, de lo contrario se esfumaba.

Ahora Andrea había acercado un poco su silla y encontró su rodilla debajo de la mesa. Le acarició la pierna y subió más, pero no lo suficiente como para que Miranda la detuviera.

"¿Cómo estuvo la comida?" —Preguntó Andrea.

"Maravilloso, lo creas o no", respondió Miranda, tomando un sorbo de su vino. Andrea la había dejado elegir y estaba disfrutando mucho del merlot.

"¿Entonces tengo otro ganador?"  Preguntó Andrea, buscando cumplidos.

Miranda puso los ojos en blanco. "Si, lo hiciste."

La mano de Andrea se deslizó más arriba por su muslo y fijó a la chica en una mirada. La niña sonrió y se llevó la mano a la rodilla. "Sí, señora."

Miranda se encontró dejando caer su mano para agarrar la de Andrea. Lo subió de nuevo por su pierna, no tan lejos como había llegado la chica, pero todavía hasta la mitad del muslo. Andrea parecía encantada y frotó su pulgar de un lado a otro sobre el interior del muslo de Miranda.

Disfrutando del sutil hormigueo y sacudidas, se encontró con los ojos de Andrea. "Conociste a mis hijas".

El pulgar se detuvo por un momento y luego continuó. "Sólo por un momento."

Miranda se encontró sonriendo desagradablemente. "Es más difícil ignorar la diferencia de edad cuando la tienes delante de ti, ¿no?"

Andrea frunció el ceño. "¿Qué quieres decir?"

"Las chicas dijeron que recibiste una llamada telefónica inexistente y luego desapareciste".

"¿Y crees que hice eso porque era un recordatorio de tu edad?" Preguntó Andrea, apartando su mano y sentándose recta.

Miranda se sorprendió al ver que parecía irritada. "Bueno, sí. ¿Qué más podría ser?"

Andrea se tomó un momento para tomar un sorbo de vino y luego miró a Miranda. "¿Siempre has sido así de difícil o surgió gradualmente?"

"¿Le ruego me disculpe?" —espetó Miranda.

"No me alejé porque las chicas me recordaran tu edad, me alejé porque no pensé que querrías que hablara con ellas. Sé lo que esto significa para ti, cómo debemos mantenernos fuera de "El público". No quería dejar que nada se les escapara. Parecía que estaba tratando de ocultar algo. Así que le pedí a Jeremy que se ocupara de ello por mí. Dios mío, Priestly".

Miranda se sentó, atónita. Andrea miró hacia otro lado y siguió bebiendo su vino. Parecía enojada y molesta y Miranda se preguntó cómo el estado de ánimo había pasado de contento y seductor a tenso. Miranda miró fijamente a la joven, viendo las emociones cruzar su rostro pero sin decir una palabra.

Pensó las cosas por un minuto y, aunque le dolía admitir que estaba equivocada, se inclinó hacia adelante y puso una mano sobre la de Andrea. "Lo siento", dijo simplemente.