Capítulo final.

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FINAL

Éramos felices

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Éramos felices. Muy felices. Tanto que juraba que el corazón se me explotaría. Ni las palabras o gestos eran suficientes para expresarle todo mi amor. Rebecca me hacía sentir que era la mujer más afortunada del mundo por tenerla a mi lado, me hacía sentir que merecía todo el amor que me daba.

Nuestras primeras vacaciones oficialmente siendo una pareja fueron a Paris, en las que compartimos veladas románticas, caminabamos de la mano por todos lados y nuestros nombres quedaron plagados en el puente de los candados.

Cumplimos todas nuestras promesas, e hicimos unas nuevas. Vivíamos en nuestro pequeño mundo de amor y felicidad eterna. Viajábamos constantemente, ya que a ella le gustaba mucho conocer nuevos lugares y culturas. Aunque, también nos gustaban las cosas simples, como cocinar al lado de la otra, criticar películas y, claro, hacer más planes de los que ambas podamos disfrutar.

Rebecca pudo finalizar su carrera, para poco después convertirse en las mejores de su profesión, al igual que yo, que mi rendimiento laboral e ingresos crecieron bastante con una mujer tan inspiradora como ella a mi lado. No había día en que no nos repitamos lo orgullosa que estábamos de la otra.

Recordaba tales cosas como si apenas hubieran pasado, nuestras primeras citas, nuestras primeras metas juntas, nuestras primeras peleas y reconciliaciones, todo.
Fue mi novia, sólo mi novia por siete años que habían pasado volando.

Mi decisión estaba tomada, nadie me haría cambiar de opinión. Estaba asustada, muy asustada, no sabía como ella reaccionaría, o que me diría luego de decirle lo que tengo planeado para nuestro futuro.

Me coloqué mi atuendo negro, con zapatos rojos, a juego con el vestido de Rebecca.

- Amor. -la llamé mientras me apoyaba en la puerta del baño y la observaba.- ¿Ya estarás lista? -dije algo impaciente. Aunque la verdad es que disfrutaba de verla mirarse al espejo y maquillarse.

- Si, cariño, estoy lista. -respondió mientras besaba mi mejilla y dejaba una marca con su brillo labial.

Salimos de nuestros hogar y nos dirigimos a nuestro auto, tomadas de la mano.
Estaba inquieta, nerviosa. Manejaba rápido, pero no tanto como para que sea preocupante. Durante el camino íbamos hablando de nuestro día en el trabajo.

- Aquí estamos. -dije y suspiré.

Rebecca me sonrió.

Bajamos del auto y nos encontramos frente a el precioso restaurante que había elegido muy cuidadosamente para esta noche especial. Sus colores eran claros, con decoraciones en dorados e iluminación tenue, perfecta para la noche.
Subimos por las escaleras y nos dirigimos a nuestra mesa, ubicada en un balcón desde el que se podía ver la bella ciudad en modo nocturno.

- Es muy bello, Freen. -dijo Rebecca con una sonrisa mientras tomaba asiento.

- Me alegra que te guste. -respondí.

Rebecca me contaba sobre su trabajo muy entusiasmada, mientra que yo la miraba perdidamente enamorada y orgullosa como siempre, ya que me encantaba verla tan apasionada con algo por lo que ha luchó por tanto tiempo.

La cena se sirvió y la disfrutábamos entre charlas y risas.

- No puedo creer que ya cumplamos siete años siendo novias. -digo de repente, con nostalgia.

- ¿Por qué lo dices? -pregunta Rebecca con una sonrisa mientras deja sus cubiertos a un lado y limpia sus labios delicadamente con la servilleta de seda.

La miro con una sonrisa.

- No lo sé... el tiempo ha pasado demasiado rápido. -respondo.- Y además... -me levanto de mi asiento, acercándome al de ella.

La tomo de la mano y la llevo hasta la baranda del balcón, ambas mirábamos la ciudad.

- Fueron los mejores siete años de mi vida, porque fueron a tu lado. -volví a hablar.- Sé que nuestra historia no tuvo el mejor de los inicios, y que durante nuestro noviazgo tuvimos algunas peleas, o estuvimos ocupadas con nuestras cosas y no nos dábamos suficiente tiempo como queríamos, pero sin embargo salimos adelante, nos apoyamos mutuamente en nuestros sueños, cumplimos nuestras metas al lado de la otra, sonreímos, lloramos, viajamos, nos divertimos, nos enojamos, pero siempre juntas.

- También fueron los mejores siete años de mi vida, Freen, no podría haber salido adelante sin tenerte a mi lado, porque te amo. -dijo Rebecca con lágrimas en los ojos.

- Me haces ser la mejor versión de mí, princesa, durante estos siete años todos los días, al abrir los ojos y encontrarte a mi lado, me ha hecho ser la mujer más feliz y dichosa del mundo.

Rebecca me miró con una sonrisa, luego volvió su mirada a la gran ciudad, se le veía contenta. Me coloqué detrás de ella, posando mi mano izquierda en su cintura, mientras suspiré tomando valor para arrodillarme y sacar una pequeña caja de terciopelo gris.
Pasaron pocos segundos hasta que ella se dió vuelta, y colocó ambas manos en su boca en señal de sorpresa.

- Rebecca... -tomé un poco de aire con lágrimas de felicidad apunto de salir.- ¿Tendría la suerte de poder llamarte mi esposa?

FIN

🥀🌸

N/A: No puedo creer que por fin terminé esta historia😭, muchas gracias a todas las personas que me acompañaron durante el proceso, a los que votaron, dejaron comentarios y la agregaron a sus listas de lectura, en serio eso me hizo muy feliz💖.

Recuerden que también tengo otras historias en mi perfil, y como pronto estaré de vacaciones tendré más tiempo de hacer nuevas historias.
Una vez más gracias por el apoyo, lxs amo💖😭

Una noche © FreenbeckyWhere stories live. Discover now