- Tu lo que quieres es verme desnuda otra vez. – Modificó Alba su frase con una sonrisa adornada en el rostro por culpa del comentario de Natalia y ese rubor que se había apoderado de las mejillas de su chica.

- ¿Cómo puedes pensar eso de mí? – Preguntó Natalia haciéndose la ofendida.

- Porque... - Dijo Alba acercándose peligrosamente a natalia... Y tan peligrosamente, gateando por la cama con la lujuria grabada en el rostro. – A lo mejor no has investigado bien a fondo.

Natalia no pudo evitar ruborizarse por completo, no sabía porque jugaba a eso si después siempre acababa muerta de la vergüenza.

- Puede... - Terminó diciendo encogiéndose de hombros completamente roja.

- Pues quítamela... - Dijo alba señalando la blusa que se había puesto después del momento de pasión compartido.

Natalia cerró la corta distancia que las separaba para besar a alba mientras sus manos buscaban el primer botón de esa blusa para desabrocharlo. Entre besos fue desabrochando los botones para después deslizar con suavidad la blusa por los brazos De Alba aprovechando para acariciar con las yemas de sus dedos la suave piel de los brazos De Alba. Quiso seguir acariciando, pero Alba se separó de ella con una pícara sonrisa en la boca. Cogió la blusa que Natalia le había regalado y con mucha parsimonia, demasiada para el gusto de Natalia , que soltó un pequeño gruñido, se la puso y se la abotonó.

Natali a se quedó embobada mirando a su chica, la blusa le quedaba como un guante

- Es preciosa. – Dijo alba acariciando la blusa. – Y suave.

Natalia sonrió porque en esos momentos no podía formular ninguna palabra, pero si que pudo acercarse para atrapar los labios De Alba entre los suyos en un dulce beso. Quiso continuar, pero Alba la volvió a apartar.

- Me la vas a arrugar. – Se quejó la rubia señalando a su nueva y bonita camisa.

Natalia volvió a cerrar la distancia que las separaba, esa que alba estaba empeñada en poner, hizo amago de darle un beso, pero se lo pensó mejor y cuando los labios De Alba fueron a atrapar los suyos se apartó.

- Así que quieres jugar... - Dijo Alba divertida, viendo como Natalia la miraba. Una mirada llena de deseo y pasión que encendió más a alba , si es que eso era posible, porque volvía a tener mucho calor.

Natalia asintió haciendo una mueca pervertida con los labios que alba adoró.

- Pues quítamela. – Dijo refiriéndose a su nueva blusa.

Y Natalia volvió a realizar el ritual hecho anteriormente para volver a deshacerse de la blusa De Alba. Después le quitó el sujetador y fue a quitarle las braguitas, pero alba se lo impidió para se ahora ella la que despojara a Natalia de las prendas que llevaba puestas. Una vez ambas estuvieron completamente desnudas volvieron a amarse. A amarse entre besos y caricias, entre gemidos y jadeos, el roce de la piel de la una contra la de la otra, con pasión, pero también con ternura, dos cuerpos fundiéndose en uno, dos corazones unidos para formar uno solo, dos almas solitarias unidas para amarse.

Una vez llegaron ambas al clímax se quedaron acostadas, acariciándose mientras se recuperaban. Sus sonrisas tontas lo decían todo, y sus brillantes ojos lo confirmaban. Después de un rato de relax volvieron a vestirse, está vez de forma definitiva porque se estaba haciendo tarde y los padres de Natalia seguramente no tardarían en llegar.

Se pusieron a preparar algo de cenar y una vez estuvo listo se sentaron en la cocina para comerlo mientras hablaban de esos días que habían estado separadas, porque con tanta pasión eso había quedado relegado a un segundo plano. Después de cenar fueron al salón a esperar a los padres de Natalia .

Serendipia (Albalia)Where stories live. Discover now