- Paseando por el pueblo y la playa. – Dijo Alba de forma escueta. - ¿Y vosotras?
- Paseando por el pueblo y no por la playa. – Contestó Maria. - ¿Algo interesante que contar?
Alba simplemente sacó de uno de sus bolsillos las tres conchas que había cogido.
- ¡Vaya! Hay cosas que no cambian. – Dijo María divertida. – Ten cuidado Natalia que seguro que te secuestrará para recoger conchas todos los días.
- No me importa. – Dijo Natalia encogiéndose de hombros.
- ¡Eh! – Se quejó Alba del comentario de María. – ¡No te metas con mis conchas! Además, he de aprovechar que solo venimos una vez al año, no es que tenga muchos días para completar mi colección.
- ¿Pero es una colección que se puede completar? – Preguntó Julia divertida.
- Nunca se sabe, es posible... - Dijo alba con misterio.
- Así que las conchas es lo más interesante que habéis hecho esta tarde.
- Si. – Dijeron Natalia y Alba a la vez.
- Bueno... el pueblo es bonito. – Aportó Natalia .
- Aburrido. – Dijo maria.
- Para desconectar de Berlín no va mal. – Dijo Natalia recordando el comentario de Alba y dándole toda la razón.
- Vale... - Dijo Maria poniendo los ojos en blanco.
- ¿Y vosotras? ¿Algo interesante? – Preguntó Alba.
- Si, hemos visto algunos chicos interesantes. – Apuntó Maria.
- ¡Ah! Muy interesante, sí. – Dijo Alba de forma irónica.
- Así no encontrarás nunca un chico guapo que...
- Ni falta que me hace. – Cortó Alba a Maria.
Maria y julia intercambiaron una mirada inescrutable para Alba.
- ¿Qué? – Preguntó.
- Nada. – Dijeron ambas a la vez.
- Ya... - Murmuró Alba. - ¿Y cómo eran los chicos? – Preguntó para cambiar de tema.
Y Alba no sacó nada en claro, aparte de que eran rubios, algunos con ojos azules, otros castaños... Y que uno de ellos era moreno en vez de rubio. Nada que no fuera una descripción física, así que como ya había supuesto, no había nada de interesante en eso.
- ¿Y cómo se llaman? ¿Cómo es su familia? ¿A qué se dedican? ¿Estudian? ¿Trabajan? ¿Qué les gusta hacer para divertirse? – Empezó a preguntar Alba de carrerilla.
- ¡Y yo que sé! – Soltó Maria.
- ¡Ni idea! – Fue la respuesta de Julia.
- Pues no veo donde está lo interesante. – Dijo Alba.
- ¡Que están de muy buen ver! – Protestó Maria. – De vez en cuando hay que alegrarse la vista.
Y ante ese comentario hubo dos cruces significativos de miradas, uno por parte de Alba y Natalia y otro por parte de Julia y Maria que habían visto ese tierno intercambio de miradas.
Dieron por terminada la charla y Alba y Natalia se fueron hacia su habitación para preparase para dormir. Alba, como había hecho el día anterior y esa misma mañana, fue a cambiarse al baño dejándole la habitación a la morena.
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Al día siguiente Alba se despertó y observó que Natalia todavía dormía, estuvo un rato contemplándola, se la veía tan tierna... Al final se levantó y salió de la habitación dirección al baño para cambiarse. Al volver a la habitación para dejar sus cosas observó que Natalia todavía dormía así que decidió dejarla dormir y fue a la cocina para desayunar. Allí se encontró desayunando con sus padres, por lo visto ese día todo el mundo tenía sueño. y los Reche eran los únicos en pie.
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Serendipia (Albalia)
FanfictionSerendipia: Hallazgo valiosos que se produce de manera accidental o causal. Berlín 1937 Alba es una chica de dieciocho años que está estudiando en una de las escuelas de enfermería que la Cruz Roja tiene en Berlín. Alba proviene de una familia acomo...
Capitulo 11
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