VENGEANCE (Human+IA)

6. Louis

Me encontraba en la pequeña oficina de Jacques, rodeado de un montón de artículos ilegales que íbamos a vender en el mercado negro. Desde que decidimos alejarnos de la mafia, habíamos encontrado maneras de ganarnos la vida sin tener que recurrir a la violencia. Trabajar con Jacques era arriesgado, pero parecía ser la única salida.

Mientras empacaba algunos objetos, Jacques rompió el incómodo silencio. "Louis, debemos hablar sobre lo que sucedió anoche. Ese beso... Yo estaba ebrio, pero no puedo quitármelo de la cabeza".

Mis manos se detuvieron, y mi corazón comenzó a latir con fuerza. No podía evitar sentir un estremecimiento al pensar en eso. Había sido un momento de debilidad en medio de la confusión que se había apoderado de nosotros.

"Jacques, lo siento, fue un error y yo jamás tendría que haberme apartado contigo sabiendo que estabas ebrio", le respondí, tratando de ocultar la turbación en mi voz.

Jacques se acercó a mí con una mirada intensa en sus ojos. "Un error, tal vez, pero también fue una revelación. Louis, sé que sientes algo por mí. No puedes negarlo".

Mi corazón estaba dividido entre dos mundos, dos amores. Sabía que Jacques tenía razón, pero también sabía que no podía abandonar a Étienne. El dilema me estaba destrozando por dentro.

En un arrebato de emociones reprimidas, Jacques me tomó del rostro y me besó con pasión y furia al mismo tiempo. Nuestros labios se encontraron en un beso ardiente que reflejaba la tormenta que se gestaba en mi interior.

La urgencia del beso hablaba de deseos reprimidos y de la tensión que habíamos estado experimentando. No éramos solo dos amantes perdidos en el deseo; éramos dos almas atrapadas en un laberinto de complicaciones y secretos. Mientras nuestros labios se movían juntos, podía sentir la lucha que ambos estábamos librando, el dilema de nuestros corazones divididos.

Después de un rato, nos separamos, y nuestros ojos se encontraron, reflejando la confusión que compartíamos. Sabíamos que lo que acababa de suceder solo complicaba aún más la situación. Habíamos herido los sentimientos de Étienne y estábamos traicionando la promesa que nos habíamos hecho.

Jacques suspiró y dijo con voz ronca: "Louis, tenemos que tomar una decisión. No podemos seguir así. Necesitamos aclarar nuestros sentimientos y descubrir qué queremos de verdad".

Mis emociones estaban en un torbellino, y las palabras de Jacques resonaron en mi mente como un recordatorio de que debíamos enfrentar la verdad, sin importar lo dolorosa que fuera. Era el comienzo de una nueva y desafiante etapa en nuestras vidas, donde tendríamos que lidiar con el amor, la lealtad y la incertidumbre.