CAPITULO 40: TRABAJO EN EQUIPO

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El primer equipo en desafiar el bosque estaba compuesto por Glacie y Giovanni. Con los poderes gélidos de Glacie como su arma principal, parecían estar preparados para enfrentar los desafíos que les aguardaban. Glacie aún tiene las botellas sin etiqueta que había tomado furtivamente del cuarto de Orson. En el interior de las botellas estaba un misterioso poder asombrosamente mágico.

Inmersos en una situación peculiar y desafiante, Glacie y Giovanni se encontraban ante un escenario que requería su ingenio. Glacie, con su dominio sobre los elementos de hielo, había solidificado un hechizo tan poderoso que había congelado un puente que se extendía sobre un río de aguas cristalinas. El puente, de madera que antes se miraba visualmente frágil, ahora estaba cubierto por una capa de hielo grueso y reluciente.

—Impresionante, ¿verdad? Este puente de hielo parece más sólido que antes. Con mi magia de hielo podremos cruzar sin problemas— Glacie trataba de facilitar el camino y poder completar la prueba sin dificultades.

—Sin duda, Glacie, tu habilidad con el hielo es asombrosa. Me siento afortunado de tener a alguien como tú como compañera, si te llegas a marear por usar tanto poder mágico solo dime y con mi pulso sanador te recuperaras en un instante— Giovanni plasmaba el inicio de una amistad con Glacie.

Cada delicado detalle del puente de madera había quedado atrapado en ese instante, como si el tiempo se hubiera detenido para preservar su belleza. La luz del sol se filtraba a través de los cristales de hielo, creando destellos de colores que iluminaban a lo largo de la superficie congelada. La precaución de Glacie ante la fragilidad aparente del puente no solo demostraba su prudencia, sino también su habilidad para transformar la magia en una solución práctica.

El puente de madera ahora congelado se alzaba sobre el río cristalino, pero antes de que Glacie y Giovanni pudieran avanzar, un susurro siniestro llenó el aire. De las profundidades del río emergieron enredaderas mágicas, retorciéndose y serpenteando hacia el puente con la intención clara de atrapar a los intrusos. Las enredaderas eran oscuras y de un verde profundo, destilando una energía oscura y peligrosa.

Giovanni utilizó su destreza para darle el soporte que ella necesitaba. Él se quedaba en la retaguardia esperando que Glacie ocupara recargar su energía para apoyarla y potenciar su magia. Gracias a eso, Glacie centró y canalizó su poder. Extendió las manos hacia las enredaderas y murmuró palabras antiguas de hielo. El aire se enfrió instantáneamente y una ráfaga de viento gélido se levantó.

— ¡Nunca había tenido un ataque tan potente! Se siente increíble, te lo agradezco Giovanni—Glacie asombrada por el poder de su ataque potenciado agradecía que Giovanni fuera su compañero.

—Y eso que no use todo mi poder potenciador, recuerda en este bosque, enfrentaremos criaturas mágicas que pueden ser impredecibles— Respondió Giovanni, con un tono de confianza.

Con el ataque de Glacie el agua en el río comenzó a solidificarse en una capa de hielo brillante que avanzó hacia las enredaderas. En cuestión de segundos, las enredaderas quedaron atrapadas en una prisión de hielo, sus tentáculos retorcidos quedaron inmovilizados por el frío congelante. Gracias a la ayuda de Giovanni la magia de hielo de Glacie logro deshacerse de las enredaderas mágicas que intentaban atraparlos mientras avanzaban por el puente.

— ¡Eso estuvo cerca! Mi magia de hielo funcionó, pero estas enredaderas mágicas son mucho más peligrosas de lo que imaginé. Debemos darnos prisa y cruzar— Glacie observo con alivio cómo las enredaderas quedaron atrapadas en hielo.

—Parece que este bosque no tiene la intención de que avancemos tan fácilmente, debemos mantenernos alerta en caso de más sorpresas— Giovanni la sigue de cerca mientras avanzaban.

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