32.- No puedo

11.2K 706 23
                                    

Samanta.


Respirar duele.

Poco a poco soy consiente del sabor amargo en mi boca lo cual me produce náuseas. No puedo mover ni un solo dedo sin que me duela, y la cabeza me va a explotar.

Percibo el olor de alcohol y ¿Desinfectantes?

De repente todo viene a mi como una bala fría; la reunión con mi madre, el auto golpeándome y el sonido de la ambulancia.

¡Amanda!

Abro los ojos con rapidez mientras llevo las manos a mi vientre, está hinchado, pero no abultado y de repente la desesperación recorre todo mi sistema.

La luz del bombillo arriba de mi me deja por un momento ciega, pero apenas mis ojos que me arden mucho logran acostumbrarse miro a mi alrededor, por la ventana solo se ve una oscuridad infinita mientras veo a Lily acurrucada en un sillón debajo de la ventana dormida.

Alexander está a mi lado sosteniendo mi mano y también dormido, tiene muchas ojeras y la nariz roja, mi corazón duele con esta imagen.

—Alex —lo llamo, pero mi voz no llega ni a susurro.

Me duele demasiado la cabeza.

—¡Alexander!—repito mientras lo muevo.

Él inmediatamente levanta la cabeza del colchón y lo que veo a continuación me rompe el corazón.

El hombre frente a mi tiene los ojos rojos e hinchados, su mirada es igual de intensa, pero la preocupación en su rostro es muy notable.

—Despertaste —lo escucho susurra.

Se levanta de su asiento y me abraza con desespero.

—Sí, ¿Cómo está Amanda? ¿Qué pasó? ¿Cuánto tiempo he dormido?—todas las preguntas salen una detrás de la otra.

Álex se aleja un poco acariciando mi rostro y observo como sus ojos de cristalizan. Eso hace que mi corazón se acelere por el miedo que empiezo a experimentar.

—Llevas inconsciente 5 días, te trasladé a una clínica ayer y...

—Amanda —lo interrumpo.

—Amanda, ella... Cuando llegaron al hospital aún tenía latidos, pero por el golpe se desprendió la placenta, y...

—No —logro articular.

Un bloque enorme se instala en mi pecho y me impide respirar. Literalmente mis pulmones no están recibiendo aire.

Alexander se da cuenta y llama a las enfermeras, pero no puedo escucharlo.

Lily se despierta por el grito de Álex y observo que dice algo, tampoco escucho nada.

No siento nada más que no sea la enorme presión en mi pecho, todo a mi alrededor se mueve lento y por mucho que lo intente no puedo respirar.

Siento hormigueo en mis piernas y brazos, y aunque estoy débil no me desmayo.

Mi mundo se ha venido abajo.

Esta vida que me prestaron hace algunos meses me la han pedido devuelta y ahora he quedado vacía, y es mi culpa.

Es por completo mi culpa. No debí ir a esa reunión, no debí tomar esa decisión. Tuve que haberle hecho casi a Lily. Si ya mi hija no está dentro de mí es todo por mi culpa.

Fue mi decisión y ahora Alexander también está pagando las consecuencias.

Fue mi decisión y ahora Alexander también está pagando las consecuencias

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
By mistake ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora