It's Fine To Fake It ('Til It's True) ʚɞ Traducción

2.1 Tus Ojos Son Platillos Voladores de Otro Planeta

⚠️ Problemas familiares/Referencias a abandono familiar y relaciones familiares complicadas. Consumo de alcohol. Ansiedad/ataques de ansiedad.⚠️

El viejo sicomoro, con sus ramas que caen y su habilidad para esparcir hojas por el jardín en pleno otoño, ha desaparecido. Junto con el viejo columpio de neumático atado a su rama más baja y resistente. Ese improvisado patio de recreo alguna vez contuvo los recuerdos centrales de la infancia de Harry; Capítulos escritos en tardes balanceándose con la barbilla inclinada hacia el cielo. Remolinos de azules y blancos que alcanzan su punto máximo entre las hojas y ramas. Ráfagas de viento cálidas que hacían cosquillas en la piel expuesta. Pura euforia se le escapaba en ataques de risa estremecedora. Sus hermanos también se reían.

Harry sabe que cortar el árbol fue una decisión pragmática. Tardó mucho en llegar. Susan odiaba que bloqueara la casa y evitara que el jardín sirviera de mucho más allá de un refugio para las hojas muertas. A John Styles siempre le preocupaba que una fuerte tormenta hiciera que una rama se estrellara contra una ventana. Harry y sus hermanos pelearon, suplicaron y rogaron a sus padres que lo conservaran, con la desesperación practicada de los soldados en el frente y, durante tanto tiempo, prevaleció.

Ahora sólo Zachary vive en casa y el árbol ya no está.

Donde una vez estuvo, setos de piedra bordean un pozo de los deseos recién pintado de rojo. Las luces navideñas cuelgan del minitecho. La guirnalda recubre el borde, haciendo juego con una corona con un enorme lazo rojo. En el verano, imagina Harry, el pozo de los deseos también sirve como macetero. Un jardín lo rodearía; con lirios y peonías porque son las favoritas de su madre y cualquier decisión sobre el jardín es de ella y sólo de ella. Ella se aseguraría de que sea la imagen del verano. Un retoño perfecto. Vibrante, práctico y hermoso.

Incluso en invierno, el pozo de los deseos es hermoso.

Y, aun así, la pérdida del árbol se siente como un puñetazo en el estómago. Un recordatorio tangible de la vida que Harry dejó cuando se fue hace seis años. (La idea es un poco dramática, lo sabe. Su vida aquí todavía existe. Esta todavía es claramente la casa de su infancia. Una casa colonial de color rosa polvoriento con un porche envolvente y un jardín a juego. El columpio desvencijado esperando justo a la izquierda de la puerta. El amado y destartalado Chevy Equinox de su madre espera en el camino de entrada. Cuando su padre llegue a casa, habrá una camioneta roja estacionada al lado).

Éste es el hogar de su infancia, lo sabe, excepto que no lo es porque el sicómoro ha desaparecido.

A su lado, sin darse cuenta de la tormenta que se avecina en la mente de Harry, Louis también mira fijamente la casa. "¿Qué estás pensando?" Él murmura. Nuestro árbol se ha ido.

"Yo..." Harry niega con la cabeza. "No sé si quiero hacer esto".

Ya no sé cómo pertenecer aquí.

Suavemente, despacio, con cuidado, Louis apoya su mano en el antebrazo de Harry. Su pulgar recorre la tela del suéter de Harry. El tacto suave parece suficiente, sólo por un momento. "Podemos quedarnos aquí todo el día, si es necesario", dice Louis, "En serio. No hay prisa. Resulta que me encanta ser una princesa pasajera".

A pesar de sí mismo, a pesar de que sus ojos todavía están fijos en el patio demasiado vacío (se supone que Harry no puede ver la ventana delantera y sus gruesas cortinas grises tan claramente desde aquí. No lo está), una sonrisa cruza el rostro de Harry. Un lento suspiro lo recorre. El toque de Louis hace que sus hombros se relajen.

"Y", continúa Louis, "déjame recordarte que eres muy, muy valiente por hacer esto. Por venir aquí..."

"Lou..."