Lo que una flor puede decir

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Inojin se encontraba con su madre en la floristería Yamanaka, ayudándole a hacer un adorno florar para su siguiente cliente. Pero más que eso, el chico estaba divagando gracias a la plática que hacía unos días había tenido con sus amigos en Kaminari Burguer; para esto, tenía su vista puesta en una planta muy curiosa, la cual tenía flores verdes y la base era en forma de piña.

—Hijo, pásame 2 girasoles amarillos de la cubeta del fondo por favor.—

El de ojos aguamarina se encontraba perdido, viendo las flores de un color verde intenso, y no escuchaba lo que su mamá le decía.

—¿Inojin, me estás escuchando? No me puedo mover mucho, estoy sosteniendo el arreglo—

El pequeño rubio cenizo seguía perdido en sus pensamientos, se encontraba comparando esa flor con su mejor amigo, era muy parecida al peinado del chico, y el color de las flores, eran del mismo color que sus ojos, esos lindos ojos verdes que tanto le gustaba admirar.

—¡¡Inojin Yamanaka, deja de pensar en el amor y ayúdame con las flores!!—

Su madre gritó tan fuerte, que hizo que el chico saliera de sus pensamientos y le prestara atención, la había hecho enojar y eso que Ino era paciente...¿o no?

—AHHHHHH, p-perdón mamá, estaba viendo esa planta y, em...bueno, ahorita te paso lo que me pediste—

A pesar de haber estado distraído, el de ojos azules había escuchado el pedido de su madre, así que se dirigió hasta la esquina, donde tenían los girasoles, y tomó 2 de ellos, los observó con detenimiento mientras caminaba hacia la chica y posteriormente, se los entregó, no sin antes hacerle una pregunta.

—Mamá, ¿regalar girasoles, tiene algún significado?—

Inojin se quedó parado viendo a su progenitora, mientras esta acomodaba los girasoles en el arreglo.

—¿Por qué el interés repentino? Acaso...¿quieres regalarle a alguien un girasol?—

—Puede ser...no, no es cierto mamá, no es por eso, es que...me gustaría saber el significado, es algo muy confuso para mi—

—Ajáaaa ¿Seguro que esa es la razón? Nunca te había interesado saber nada de eso—

Ino miraba con duda a su hijo, el cual desvió su mirada y presentaba un pequeño rubor en sus pómulos. Después, la mayor terminó el adorno y lo dejó en una cubeta con agua para esperar a que su cliente llegara a recogerlo; caminó hasta donde se encontraba parado su hijo y lo miró a los ojos, el otro también hizo esta última acción.

—Mira Inojin, las flores hablan por si solas. Existe algo llamado "lenguaje de las flores" lo cual quiere decir que dependiendo de la flor que te regalen y de la persona que te la regale, el significado varía—

—Esa parte si la se mamá, pero quiero saber más acerca del significado—

La mujer caminó hasta llegar al mostrador de la tienda, luego fue detrás de este y abrió uno de los cajones que se encontraban en él, empezó a buscar algo y del mismo cajón, sacó un gran libro el cual mostraba muchas flores de diferentes colores en la portada, se titulaba "lo que una flor puede decir" luego caminó hacia su hijo, el cual se encontraba parado en el mismo lugar de hacía un momento y se lo extendió.

—Ten, esto te ayudará a descifrar lo que una persona quiere decir con las flores, como te dije, el significado puede variar, pero las personas que lo saben, te regalan ese tipo de flores con la intención de que te des cuenta—

El chico leyó el título del libro detenidamente, admirando la llamativa y colorida portada que este tenía, luego dirigió su mirada hacia los ojos azules de su madre.

—Entonces...¿con este libro sabré el significado general de una flor?

La rubia asintió con una sonrisa.

—Bueno, esto sigue siendo muy complicado...solo veré el significado de los girasoles y te lo regreso, mamá—

—Lo que digas, pero el libro en sí es muy interesante, no creo que me lo regreses en un buen tiempo—

El chico rubio dirigió su mirada otra vez hacia el libro, y después volteó a ver la planta con flores verdes que llevaba viendo desde que llegó a ese lugar.

—Mamá...—

—¿Quieres quedarte con esa planta?—

—¡¡Eh!! ¿cómo lo-?—

Ino se dirigió hasta donde se encontraba la maceta con flores verdes, la tomó y se la entregó a su hijo en la mano desocupada.

—Se llama "cebolla de la abundancia", normalmente es utilizada para alejar las malas vibras y se pone en la entrada de las casas, pero puedes tenerla en tu cuarto, te ayudará bastante—

Inojin se puso feliz al ver la planta, le recordaba bastante a Shika, no podía dejar de pensar en eso y además, alejaba vibras malas, eso quería decir que la planta lo protegería, al igual que su mejor amigo lo hacía cada que iban a una misión. Después de unos momentos, su semblante pasó de felicidad a confusión, su cerebro había quedado tan centrado en la belleza de la planta, que no había escuchado bien el nombre que su progenitora le dió.

—Espera, ¡¿entonces la flor no tiene nada que ver con una piña, si no, una cebolla?!—

La chica rubia miró a su hijo un poco divertida y posteriormente salió del lugar para dejar al chico un tanto confundido.

Minutos después, el adolescente se dirigió hasta su cuarto, abrazando su nuevo libro que traía en la mano derecha, y la planta en la izquierda; al llegar, dejó la planta encima de su escritorio, se quedó admirándola unos segundos con una gran sonrisa, embobado pensando todavía en el parecido que esa persona tenía con la flor. Después se recostó sobre su cama, abrió lo que traía entre sus manos y empezó a leer el prólogo.

Una flor puede decir más que mil palabras...

—Mmm, qué confuso— Siguió leyendo.

Las flores tienen diferentes significados, si quieres decirle a un amigo que le quieres, regálale una flor, si quieres darle el pésame a alguna persona, regálale una flor, si quieres felicitar a alguien, también puedes regalarle una flor, y si te vas a confesar, la mejor forma de hacerlo es regalando una flor...

—¡Es lo que decían mis amigos!...okeeeey Inojin, esta es tu oportunidad, así podré confesarme de una manera muy original—

El rubio empezó a buscar en el apartado del índice alguna página que dijera algo de "flores para confesarse" o algo así, hasta que lo encontró.

Páginas 110 a 130 "confesión y una flor" Perfecto, mi apartado, es hora de ser el centro de atención y regalar las flores más hermosas y amorosas, claro, no tanto como yo obviamente...
...¿y si mejor uso las rosas rojas que dijeron las chicas?...A ver, no, tengo que ser más original que eso, debe haber alguna otra flor—

El chico continuó leyendo su nuevo libro durante toda la tarde, ideando mil maneras de confesarse, con diferentes tipos de flores,como hijo de una florista, debía poner todo su empeño en eso, pero ¿a quién se confesaría?

Palabras: 1171

Es muy obvio a quién se va a confesar, o seaaaaa.
Buenas gente, solo vine a saludar...
Gracias y sigan disfrutando!!

Rosas Japonesas. (Shikajin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora