Seokjin es un omega que tiene muchos traumas debido a su pareja pero que pasara cuando un doctor Alfa dominante lo comience a tratar, a preocuparse e incluso a enamorarse de el.
Este apuesto alfa solo buscara la manera de hacer brillar aquella mira...
El castaño estaba en la oficina que se encontraba en su casa, aquella noche no pudo quedarse con el omega ya que había cumplido con sus horas establecidas y extras para poder cuidarlo. Desde que tuvo ese encuentro con Sehun, se encontraba preocupado pues sentía que en cualquier momento aparecería y se lo llevaría.
Otra cosa que también lo tenia pensando a tal horas de la noche era el comportamiento del pelinegro, este había cambiado para mal, no comía mucho y según lo que las enfermeras le habían informado lo poco que comía vomitaba, su miedo por los alfas había incrementado no podía ver uno porque perdía el control y gritaba, ahora incluso con él.
Jungkook se levantó del asiento tratando de borrar esas imágenes del pequeño omega llorando y rogando que no se acercara aquella tarde, mentiría si dijera que no le dolía verlo así pero por el momento no podía hacer nada más que esperar a que todo salga según los planes que tenía en mente.
Trataba de buscar soluciones si sus dos amigos no encontraban aquel documento del cual había comentado su hermana, aquello que podía darle la libertad al omega, no iba a ser fácil lograrlo pero tampoco imposible y él no descansaría hasta ver al castaño feliz.
Agarró su teléfono para ver si no tenía alguna llamada perdida de alguno de sus amigos, pero nada, comenzaba a preguntarse si los habían atrapado o no.
No es momento de ser negativo, Jungkook.
El sonido de la puerta abrirse lo hizo salir de sus pensamientos. Era ese par, Tae y Jimin. Por primera vez se alegró de que hayan llegado a su casa e incluso no le molesto que hayan entrado a su casa sin tocar el timbre.
Bajo casi corriendo a la sala, cuando llegó iba a lanzarse a abrazarlos pero la sonrisa que traía se borró totalmente.
—....
—Que diablos les sucedió a ustedes dos?!
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El castaño estaba sentado en uno de los muebles de la gran sala de estar tratando de concentrarse para poder leer los papeles que le habían entregado, el omega y el alfa pelinegro estaban sentados frente a él mirándose fijamente. Alzó su mirada discretamente para verlos mejor.
Trato de preguntar cuando vio lo golpeados que estaban, uno con el labio partido, y al otro con un ojo morado, despeinados y con la ropa hecha un desastre total.
—¿Me dirán que sucedió en esa casa o no?, crean que quiero concentrarme pero el ambiente tenso no me esta ayudando, si quieren hablarlo háganlo ahora o sino ahí está la puerta. —Gira su vista a la puerta principal con fingida seriedad.
Los dos chicos lo miraron y el primero en hablar fue Taehyung.
—Jimin, te lo explicará, yo necesito una ducha y que me prestes un conjunto de ropa porque la que tengo esta toda sucia por culpa de alguien. —Gruñe enojado y se marcha al segundo piso dejando confundido al castaño quien rápidamente dirige su vista al omega que queda en la sala.
—Yo tambien estoy cansado, el lo hará cuando se le pase la rabia que trae encima, yo tengo hambre, si no te importa me robaré algo de tu despensa. —dice y se va tambien dejandolo solo.
Suelta un suspiro.
—Parece que tengo hijos adolescentes.
Luego vuelve su atención a la carpeta que se encuentra en sus manos. Se levanta para dirigirse a su oficina, necesitaba un lugar silencioso para poder concentrarse en el contenido. Cuando estuvo dentro se sentó y puso los documentos sobre su escritorio.
Lo primero que vio fue el contrato que sellaron los tíos del omega con Sehun, este era un simple contrato de cuando vendes algo a cambio de una cierta cantidad de dinero, lo que confirmaba que realmente lo vendieron como si fuera una especie de objeto.
Luego continuó con la siguiente hoja, esta contenía información de Seokjin en la cual habia una foto de el cuando era pequeño, en donde sonreía alegremente, sus mejillas sonrojadas, su pequeña nariz, sus grandes ojos.
Una sonrisa pequeña se formó en su rostro, mientras que lagrimas comenzaban a salir, no podía creer lo que había sufrido aquel niño en toda su infancia hasta antes de haberlo conocido.
Con más razón debía seguir con el plan, ya no iba a dejar que siga sufriendo por culpa de ese alfa que no supo respetarlo y valorarlo como lo merecía. El era su verdadero alfa, no aquel agresor que lo golpeaba, y lo insultaba como si fuera un animal.
Todas esas tragedias lo volvieron una personas insegura, sin autoestima, con temor, pero sobre todo sin amor durante casi todo su crecimiento. Ese pequeño ha sufrido bastante, sin embargo, haría todo lo que esté en sus manos para poder cambiar eso.
De pronto el teléfono sonó y lo sacó de sus pensamientos, al tomar el móvil se dio cuenta que era del hospital.
Alguna vez has tenido ese sentimiento de alegria y paz pero de pronto sientes que algo malo va a ocurrir llevandose todas esas emociones positivas dejando solo las negativas ocasionando un torbellino.
A veces el destino podia ser un poco cruel, te daba buenos momentos para luego dejarte con un nudo en la garganta para mantener esa estabilidad en tu vida.
No todo siempre iba hacer risa y alegría, también habían días grises y llenos de tristeza, aunque creo que eso ya debes saberlo muy bien.
El castaño agarro su abrigo y las llaves del carro como la noche que sucedio el accidente de Seokjin. Olvidando su teléfono en el filo de su cama, la pantalla reflejaba el mensaje que no esperaba recibir.
