🌼¦ 11 ¦🌼

170 32 9
                                    

Seokjin

Al despertar lo primero que veo es el techo, se que no es mi habitación por lo diferente que era, quise levantarme pero un fuerte dolor hizo que me quedara quieto.

De pronto, los recuerdos de aquella noche inundaron mi mente, fue espantosa, en ese momento sentí como el pánico y desesperación consumían mi cuerpo lentamente, no podía casi respirar ni pensar claramente, por lo que huir fue la decisión que tome en ese instante.

Quería huir de todo lo que me hacía daño.

Quería escapar de él.

Pensé que fue lo correcto pero no fue así, termine aquí.

No te preocupas por tu bienestar.

Claro que lo hago.

Por tu culpa nuestro cachorro ya no está.

Mentira.

Lo mataste, tú lo hiciste.

No, no lo hice.

El está bien yo lo siento, está aquí...

Me alteró al no sentir a mi cachorro, no se había estado moviendo. Cuando mis manos viajan hacia mi barriga, tiemblan y lágrimas quieren salir, no estaba hinchada.

—Mi cachorro...¿dónde está?

Me levanté ignorando el dolor de la parte baja de mi estómago, sentía agujas hincando mi cuerpo. Cuando salgo de la camilla mis piernas tiemblan y pierdo por completo el equilibrio haciendo que caiga al suelo.

—Por favor, alguien ayúdeme, mi cachorro no está —digo sollozando— solo quiero a mi bebé, por favor.

No lo sentía, no se movía y eso me aterraba.

De pronto la puerta se abre y percibo un aroma desconocido, alzó la mirada y veo a una omega que me miraba con tristeza.  Trato de levantarme pero solo consigo sentir más dolor.

La enfermera se acerca a mi para ayudarme a levantar y sentarme en la camilla pero no lo consigue ya que con la poca fuerza que tengo la agarro de los brazos.

—¡¿Dónde está mi cachorro?! ¿Está bien, cierto? —grito asustando a la omega— ¡¡HABLA, PORFAVOR, NO TE QUEDES CALLADA!!

La puerta se abre de golpe y aquel aroma de café con romero inunda la habitación, de pronto siento unos brazos fuertes rodearme alejándome de la omega quien estaba chillando atemorizada.

—Pequeño, tranquilo, te lastimas. —dice y con delicadeza me trata de sentar en la camilla.

Veo que le tira una mirada a la enfermera para que se vaya y esta se retira dejándonos solos.

Después siento como el aroma del alfa dominante se vuelve más fuerte y hace que me calme.

—Mi bebé no está, no lo siento. —murmuro.

El todavía me da la espalda por lo cual veo que se tensa al escucharme, cuando se gira, lo veo.

Sus ojos estaban hinchados y tenían ojeras como consecuencia de no haber dormido bien. Mi pecho comienza a sentirse inquieto de nuevo al ver que algo andaba mal.

—Pequeño —dice acercándose a mi para después sentarse y agarrar mis manos.

El baja la mirada evitando la mía, yo observo todos sus movimientos queriendo encontrar la respuesta yo mismo.

—Esto va ha ser difícil de aceptar y creer, pero, es demasiado complicado para mí decírtelo. —su voz suena entrecortada.

—¿Qué sucedió?

The Omega With Sad Eyes© || °ᴬᶜᵗᵘᵃˡⁱᶻᵃⁿᵈᵒ°Where stories live. Discover now