Seokjin es un omega que tiene muchos traumas debido a su pareja pero que pasara cuando un doctor Alfa dominante lo comience a tratar, a preocuparse e incluso a enamorarse de el.
Este apuesto alfa solo buscara la manera de hacer brillar aquella mira...
El rubio se queja por décima vez con un "Puedo hacerlo yo".
¿Porqué tenía que ser tan testarudo?
Resumo lo que ha sucedido, después del golpe que se dió, encontró la caja fuerte dentro del escritorio. Estaba muy bien escondido, lo más probable es que estuviera el documento ahí, así que quise acercarme para poder abrirla pero una persona no me lo permitió y llevó más de media hora forzando para que se aparte pero nada.
ㅡJimin, nos van a atrapar si sigues con tu necedad, ㅡsusurro. El bajito me empujaㅡ por favor.
ㅡSiempre es lo mismo contigo, me dices no y críticas todo lo que quiero hacer. Te odio, renacuajo.
El ceño de mi cara se contrajo y solo trate de mantener la calma, vamos paciencia, paciencia.
ㅡ¡¿Renacuajo?!
ㅡ¡Si, renacuajo y uno muy feo!
Un bufido se me sale después de oír esa palabra y mi acompañante gruñe, Ja, claro que lo hace molestar, este pierde las casillas más rápido que yo.
Siempre ha sido así, peleamos por la más mínima cosita, pero él la empieza la mayoría de veces, y ya se ha convertido en algo rutinario.
Es más se podría decir que es extraño si no peleamos, por mi parte ya estoy acostumbrado y creo que el también. Nuestra amistad es así, lo que la hace que sea única y especial a su manera.
ㅡNo me ofendo con tus comentarios, sabes, porque sé con seguridad que mientes... ㅡdigo calmado. El bajito frunce el ceño y se mueve del lugar poco a poco.
Mi ceja se alza y vuelvo a decir algo para apartarlo por completo. Al parecer hacerlo enojar era una opción para moverlo del lugar además no tenía que intentarlo, me salía a la perfección.
ㅡDespues de todo, tus palabras no me afectan en lo absoluto.
ㅡ¡¿A no te molesta?!
Niego con la cabeza.
ㅡPues eres un animal y uno muy necio por cierto ㅡsusurra casi gritando. Me doy cuenta que se va acercando poco a poco.
Un poco más, un poco más.
ㅡYa me lo has dicho y aún sigo pensando que esa definición te vendría bien a ti.
Lo digo enserio.
ㅡEres un imbécil que cree que todo lo hace perfecto.
ㅡY es cierto, hasta respiro perfectamente o ¿no te has dado cuenta? —Aprieta sus manos formando puños de ambos lados. Me doy cuenta que está lo bastante lejos para poder acercarme a la caja.
ㅡ¡No, eso es mentira!
ㅡSabes que siempre digo la verdad ㅡdigo, apartando su cuerpo a un lado, despacio, cuando por fin logro estar frente a la caja fuerte me agachó y busco en la mochila negra.
ㅡEres irritante, ¿porqué siempre tienes respuestas para todo? ㅡSe queja. El rubio lo miraba con una notable indignación.
—No lo sé, pero creo que es parte de mi encanto —digo con una sonrisa engreída, aún de espaldas.
Siento que se acerca a mi y un golpe en mi cabeza es propinado, al estar de espalda me quejo para después darme la vuelta y mirarlo, no estaba sorprendido, ya que siempre que tenía la oportunidad me golpeaba.
Su forma de mostrar cariño a los demás era siendo brusco y muy grosero. Desde la adolescencia ha sido así, era conocido como el "Chico rebelde" en el colegio, siempre llendo en contra de todo lo que dijeran u ordenarán.
Cuando iba a decir algo escuchamos el sonido de pasos acercándose, yo abro los ojos y me acuerdo que la oficina estaba hecha una desastre. Miro mal a Jimin y me levanto de inmediato.
—Sigue haciendo bulla, vamos —susurro lo más bajo posible. El se alza de hombros y comienza a ordenar lo más rápido antes de que vengan.
El sonido se hacía más fuerte y nosotros seguíamos recogiendo papeles. Pareciera que una gallina anduvo aquí alborotando todo.
Mientras yo recogía las cosas en silencio absoluto, Jimin por su parte se quejaba de mi. Si no nos descubrían era gracias a la ayuda de Dios.
Cuando estuvimos por recoger la última hoja la puerta se comienza abrir, yo agarro al rubio para escondernos dentro del armario que tenía ahí, le tapo la boca para que hiciera silencio.
La silueta de alguien se puede apreciar por los espacios que tenía el armario. Mis ojos trataron de adivinar quién era, al ver un chico con cabello rojo supe que no era ese alfa bastardo.
—Estoy seguro de haber odio ruidos en este lugar. Al parecer si hay fantasmas aquí —dice para después volver a cerrar la puerta de un portón.
Al bajito se le salió una carcajada después de escuchar que salió corriendo como si hubiera visto a un fantasma.
Salgo de inmediato y me aseguro que no haya nadie en el pasillo, vuelvo adentro y veo a Jimin ya un poco tranquilo aunque me ignora.
Yo me acerco a la caja para intentar abrirla, busco en la mochila negra unas herramientas, saco un aparato pequeño y lo pego a un lado para poner el código.
—¿Dónde compraste eso? —pregunta el rubio, mostrando interés.
—Lo hice yo mismo, fue fácil —digo y estoy seguro que está haciendo una mueca. Es típico de Jimin hacer eso.
Mi atención vuelve a la caja, inserto el código para después dar vuelta a la manija, hago ágiles movimientos con mi muñeca, una vuelta a la derecha, dos a la izquierda y el sonido 'Crack' se escuchó en toda la habitación.
Rompí el récord, pensé que me tomaría más de una hora pero solo fueron 25 min.
—Esta abierta —murmura el rubio y siento que me da un codazo cuando me levanto.
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