31 | Conociendo a los Moretti.

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Mi hermano fue un niño de ojitos azules y con naricita de boton, atento a lo que sucedía en su alrededor. Con sus rizos castaños volvía locas a las niñas en primaria, el tan galán les ofrecía acariciar por un un minuto su cabellera. Ellas locas aceptaban con sus ojos llenos de brillos. Un niño muy protector que desde niño tuvo que hacerse cargo de cosas que no eran de la incumbencia de un niño pequeño. Maduro muy pronto a su corta de edad.

Cuando mi padre se fue, él le juro a mi madre hacerse cargo de los quehaceres de la casa. Queriéndose volver un sustento para la familia. Cuando no tenía ningún tipo de obligación al respecto. Pero nos quería dejar de ver esos rostros tristes, con sonrisas caídas y lagunas en los ojos.

Solo tenía once años en ese momento.

Nuestras vidas se fueron en bajada. Porque realmente nuestra familia era unida y amada, éramos un gran equipo entre los cuatro. A mi madre le dio una tristeza inmensa por no tener a su gran amado y a nosotros el que creíamos ser un super héroe para cada uno. Sin importar que, quisimos salir a flote, aunque fuera difícil. Sabíamos que lo íbamos a lograr.

No comíamos a veces, nos era medio difícil y a penas llegabamos a fin de mes con lo poco que teniamos. Y muchas de las cosas de mi padre, que tenían algo de valor, tuvimos que venderlas, solamente para degustar un poco de pan y verduras. Nuestra economía estuvo un poco rara en ese momento. A veces había y otras no. Mi madre tuvo que buscarse un trabajo y debido a que no estaba bien visto que la mujer trabajará, se le complicó un poco el conseguirlo.

Junto con mi hermano nos pusimos a crear muñecas de lana. Yo las armaba y juntos las vendíamos, solamente para ganarnos un poco de plata para comprarnos algo, por que algo que nos enseñó nuestro padre, es que de todas las formas posibles para conseguir algo para sobrevivir, son válidas y aceptadas, aunque fuera poco. Algo es algo.

Por mucho tiempo el fue el protector de mi madre y mio. Solía meterse en peleas solamente para defendernos de los vecinos adolescentes que se metían con mi madre diciéndole cosas como "viuda" o palabras hirientes hacia nosotros como "huérfanos", y aunque no me gustaran las peleas, eso yo lo valoraba mucho. Por que en fin de cuentas, estaba dando todo su esfuerzo en hacernos una vida mejor. Aunque el merecía tenerla también, solamente era un niño entrando en su adolescencia. Crecimos muy rápido y de golpe.

Mi madre tuvo sus años para reponerse de aquella perdida. Por que solamente de un día para el otro el ya no estaba más, se esfumó, hasta parece que la tierra se lo comió. Intentamos buscarlo y nunca hubo resultados ni noticias buenas. Los policías "intentaron" hacerlo, encontrar alguna pista qué los llevara a él. Pero nunca hubo noticias buenas, parecía que hasta nos ocultaban algo al mirarse entre ellos y sonreir ligeramente. Como si de un plan se tratase. Hasta este tiempo solo quisiera encontrar un mechoncito de su cabello.

Ella estuvo triste, melancólica. Se amaban verdaderamente. No eran como las familias que vemos por la calle, con sus ceños fruncidos, enojados y mostrando una vida que no era suya. Ellos se amaron, me es difícil pensar que mi padre nos dejó, que se fue por que ya no nos amaba, como dijo mi hermano en una de nuestras tantas peleas.

El era el que siempre, aunque sea algo tan pequeño e insignificante, nos traía algo. Desde un jazmín robado del jardín de la vecina, hasta un monopatín hecho por el mismo. Le gustaba regalar, aunque no pudiera a veces. Nos sacaba a pasear, a ver los pajaritos al parque y subirnos a toboganes de colores. A mi madre le decoraba los bolsillos de su pantalón, con pequeñas florcitas que encontraba en su camino. Leían alguna novela juntos enfrente de la chimenea de su antigua casa y cantaban alguna canción de frank sinatra, o la bailaban en medio de la sala.

Yo quería tener ese tipo de amor. Ese amor verdadero, ese amor que toda persona sueña. Llegar a casa y que mi amado este con un ramo de flores tapando su rostro. Bailar al compás de un jazz o sentir su voz melodiosa en mi oído mientras cocinamos. Críar un par de niños en una casa en el campo y envejecer juntos. Yo quería tener esa familia ideal.

Pero cuando se fue todo se derrumbó en mi.

Mi padre se había ido, ¿Pero a donde?

¿Y por que? Si ellos se amaban tanto.

No crei que el amor fuera tan cruel en ese momento.

¿Mi padre nos dejó de amar acaso?

¿Es posible dejar de amar a alguien?

O inlcuso a tu propia familia.

...

Buenas! díganme que tal les parecio este capítulo. Conocieron un poco mas a los Moretti ¿Que tal?

Espero que les haya gustado esta vuelta y si tienen algunda duda no olviden en decírmelas!

Los quiero y gracias por quedarse a saber mas de esta historia!

Gracias, lua <3

Hablándole a la luna de ti ©Место, где живут истории. Откройте их для себя