Complicated Boy (Trunks x __)

I

Llevaba varios días dándole vueltas a un asunto que me tenía desvelada, y el cual no lograba alejar de mi curiosa mente, simplemente, era incapaz de encontrar un porqué de sus acciones. Como en variadas ocasiones, la actitud que el joven Brief empleaba se tornaba distinta dependiendo de con quien hablase; aunque, por lo general, actuase afable y muy cordial, habían habido ocasiones en las que repentinamente se frustraba y gritaba, estando solo, contemplando el paraje, (alguna que otra vez me sobresalté al pasar por allí y, de sopetón, escuchar gritos de alguien que estaba muy frustrado, y si, miré y ya vi quien era); si, realmente no tiene nada de raro, (dentro de más o menos lo establecido), después de todo, todos alguna vez actuamos de forma distinta dependiendo de con quien estemos, no obstante, el gigantesco cambio que el peli-azul tomaba era de por sí ya hasta sospechoso; en una situación normal, si no hubiese sido el hijo de Bulma, habría afirmado si ningún miedo que sufría un mal de amores, pero, ese chico no tenía ninguna preocupación de ese estilo, porque, si las hubiese tenido, se las habría contado a su madre, y ésta me habría comentado algo, (no me gusta estar en medio de esas conversaciones privadas familiares, pero, cuando la científica deseaba hablar, lo hace, y con creces, vaya, debe ser de las personas más cotorras que jamás haya conocido); estaba más que segura, a fin de cuentas, de que esconder esconde algo, aunque, evidentemente, no lo espiaría para averiguarlo, ni lo interrogaría, ¡ni que fuera policía! Es que, a ver, ¡daría muy mal rollo que la ayudante de su madre hiciese esas cosas! Ni siendo de su familia tendría derecho a ello; siempre he estado decidida a dejar su espacio a las personas con las que conviviese, o pasase el rato alguna que otra vez junto a ellas, cuando lo requiriesen oportuno, y yo no les pediría explicaciones, porque, cuando te sientes tan mal, lo último en lo que estás pensando es en darles algún tipo de excusa; para eso, mejor ahorrarse el show y decir las cosas a la cara, como tienen que ser.

Me encontraba reflexionando sobre todo esto, dándome una charla interna a mí misma, mirando a cualquier lado, sin que mi mirada tuviese un enfoque aparente, cuando una voz me sacó de mi ensimismamiento:

-Oye... ______..., la señorita Bulma te llama...- la voz de mi amiga, Sakurada, me hizo sonreír: era una muchacha alegre, tímida, bajita y regordeta, con el corazón más grande que jamás se hubiese visto-

-Si, Ura, no te preocupes-le dije, porque en su tono de voz se la notaba considerablemente nerviosa; todavía no le tengo un apodo fijo, así que voy jugando con las letras de su nombre para ver cual queda mejor, no me rendiré hasta conseguir el apodo perfecto, aunque suene estúpido-.

Mi compañera de trabajo rio levemente, agachando la cabeza tras cesar de reír al momento, es algo que quiero lograr que deje de una buena vez: de esconderse, de ocultarse entre otros siempre que tiene la oportunidad, quiero que sea capaz de quererse como yo misma la quiero, porque vale mucho, y eso es algo que lastimosamente no se cree, con lo genial que es. La abracé levemente, provocándole mi gesto amistoso un fuerte sonrojo,  juntas, de la mano, fuimos hasta el laboratorio.

Sinceramente, cuando llegué acompañada por mi gran aliada, no esperé encontrarme a la fémina mayor en aquel estado tan deplorable: llevaba semanas trabajando sin descanso en ese nuevo proyecto que se traía entre manos, ni siquiera quiso hablarme de ello, porque me dijo que deseaba que fuese una sorpresa, así que no me pareció mal, sin embargo, debía descansar o terminaría por pasarle algo grave, yo, lo que menos quiero es que esté enferma por sobre-esforzarse en algo que, aunque tarde, podría acabar más tarde. Avancé hacia ella, achuchándola, tratando de animarla, me separé y la medio regañé:

-señorita Bulma, por el amor de dios, los ángeles, el cielo y todas esas cosas, hágase el grandísimo favor a sí misma de permitirse un descanso, lo necesita urgentemente, tanto su psiquis como su cuerpo: no puede seguir haciéndose eso, se está dañando, así que, por favor, váyase a descansar, usted sabe de sobra que cualquiera de todos los empleados que tiene estaría encantadísimo de echarle un cable-

-p-pero-intentó hablar, sin a penas voz; Sakurada enseguida la sujetó al ver como caía al suelo, desmayada, derrotada por su propio empeño, nos miramos con tristeza-.

La dejamos en su cuarto, reposando, y, entre el murmullo del atardecer, Saku habló primero:

-_____, no podemos permitir que esto continúe así-

-¿y qué sugieres? Sabes de sobra como es, y su legendaria cabezonería en cuanto a lo que anhela lograr, no va a hacernos caso, así de simple, te lo digo por propia experiencia-

-y, ¿qué podríamos hacer?-

-De momento que cierren el laboratorio y se lleven todas las llaves de repuesto que tiene, para que no pueda entrar, después quitarle las herramientas que posee, escondidas, en su dormitorio- reí tras mis palabras- ¡a veces es como una niña pequeña!- Ambas reímos, porque, nuestra jefa era mucha jefa, y, en momentos como en los de ahora, una niña pequeña se portaba mejor que ella-.

-Sugiero que avisemos a su hijo-comentó Saku-chan, ajustándose sus gafas plateadas, sin siquiera mirarme; me ruboricé levemente-.

-Tienes toda la razón, debemos decírselo, después de todo, es su hijo, y también debería implicarse en ello, pero, en fin, a ver donde está ahora...-

-creo que vuelve pasado mañana, no debe de quedarle demasiado de sus expediciones-.

Con curiosidad, le pregunté:

-Rada, ¿sabes a qué se dedica exactamente el joven Brief?-

-I don't know-comentó en inglés- pero supongo que será interesante si a tantas va, ¿verdad?-

-Supongo...-murmuré, un tanto distante, porque, había algo de sus partidas que no acababa de cuadrarme, pero no entraría en esos detalles, ya era mayorcito para saber que debía o no hacer-.

                                                                  ➕Continuará....➕