Sino Es Conmigo No Será Con Nadie

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YAGAMI
Fue algo difícil contenerme después de encontrarme con ese chico Kankey. ¡Cielos! Se suponía que iba a descansar de montar el teatro, no algo inaudito.

Después de ese encuentro, lo único que logré fue sentirme peor. Esto no era tiempo muerto, sino un acto de ira y con razones personales.

─ ¿Qué me estaba sucediendo? ¿Desde cuándo veo a Hitomi como algo más que un simple juego? ─ Me pregunté a mí mismo.

Después de que ellas me encontraran, precisamente Hitomi, cerca de donde había estado minutos antes con Kankey, habrían notado mi cambio de actitud. Si ellas me hubiesen visto con Kankey en el estado que me dominó, se darían cuenta de mi tapadera y ahí ya no tendría oportunidad alguna con ninguna de ellas, mucho menos con Hitomi, y allí sí verían mi verdadero yo.

Acompañé a las chicas, dejándolas, con cualquier excusa fiable, al regreso pensaba en todo esto que había sucedido con Kankey.

Al cruzar la siguiente calle, fui atrapado infraganti por Hisui y los gemelos, de camino a cualquier lugar menos a casa. Aclaro que este mismo lugar era el de reunión de mi familia.

El tema principal de siempre para mi padre es el trabajo y sus beneficios, contando también con la conversación que había aplazado con mi padre cuando envió a mi hermano a buscarme y Hitomi me ayudó a escapar de él.

Fui como escoltado por mi hermano y su compañía de amigos, llegando a casa en presencia de mis padres. Tan pronto como crucé la puerta, sus rostros pétreos parecían cincelados en desdén, de al menos ver a su hijo, de importarle en el sentido de paternidad. En lugar de eso, solo se les veía en sus caras el sentido de tan solo ser una imagen formal de INDUSTRIAS MAXIRO y su fortuna.

No me quejaba mucho, prácticamente me habían hecho como ellos, estaba acostumbrado a no recibir cariño. Creo que parte de eso me hizo ser amargado, no sentir compasión por nadie más que no fuera la familia.

─ Yagami, se suponía que deberías haber llegado en cuanto salieras del Instituto. ─ Se quejó mi padre, me observaba con reproche.

─ Le dije a tu hermano que te trajera, pero tú solo te desapareciste. ─ Reclamó con rabia.

─ ¿De qué sirve ser el heredero de INDUSTRIAS MAXIRO si no llegas cuando te necesitamos? Así nunca podrás sustituirme como el futuro Presidente de nuestra corporación. ─ Reprochó con rabia.

─ Sé que los jóvenes como tú quieren tener libertades, pero entiende tu posición, eres mi hijo, el futuro Presidente Corporativo de INDUSTRIAS MAXIRO y necesitas prepararte. De ahora en adelante, tu vida debe ser menos diversión y más responsabilidad ─ argumentó de forma ruda, fría, exigente y algo respetuosa en ese momento, cruzando los dedos sobre su escritorio.

─ Ya te lo estoy diciendo, desde ahora responsabilízate, aunque ese no es el tema del cual trataba de hacerte venir. ─ Pronunció y yo lo observé con fastidio, siempre era el mismo discurso. Si mi vida se iba a convertir en lo que él es hoy, no deseaba llegar a ser ese Presidente Corporativo.

─ He hecho todos los arreglos, a partir de este momento tu hermano y tú pasarán a formar parte de la empresa y serán preparados por el Coordinador Principal. Eso será uno de los primeros pasos para conocer este mundo, luego los dos pasarán a algo más drástico y seguirás surgiendo en cada uno de los puestos. Harás un proyecto específico a partir de este momento. Puede que si trabajamos en él, seamos el punto de mira para muchos nuevos propietarios, compradores y futuras uniones políticas con las cuales podamos hacer negocios. ─ Explicó y lo observé, no me esperaba esta decisión por su parte.

Convertirme en empresario estaba muy lejos de mis planes. Hitomi llegó de inmediato a mi memoria. Esto significaba dejar de pasar tiempo con ella, encerrarme en la Industria durante largas horas, tal como lo hacían mis padres, olvidando a su familia y a sus hijos por dedicarse al proyecto "El Tiempo", como lo llamaban en privado.

Hitomi no Nikki Where stories live. Discover now