DC: ¡NO DIGAS UNA PALABRA !

Capitulo 24

[David Lance punto de vista]

"¡Ahora joven, muéstrame lo que Batman te enseñó!" El Joker me gruñó y disparó en mi dirección.

Corrí por el lugar. Esquivando su objetivo para evitar que me disparen, mientras tácticamente corría hacia él, lanzándole algunos batarangs. Sin embargo, antes de que los batarangs lo alcanzaran, se sumergió y se deslizó bajo su trayectoria, sin esfuerzo y continuó disparándome su arma mientras lo hacía.

Demasiado cerca para esquivar sus disparos, paré las balas con mis protectores de brazo produciendo un chillido metálico que envió chispas al aire, antes de agarrar al Joker por su corbata, atrayéndolo hacia mí y dándole un gancho.

Riéndose del dolor, El Joker golpeó su rostro contra el mío, rompiéndose la nariz en el proceso, aturdiéndome por un breve momento, que aprovechó para golpear su rostro contra el mío una vez más con el doble de fuerza, agravando sus propias heridas aún más. .

Superando mi estado de aturdimiento, cerré mi mano derecha en un puño, antes de golpear al Joker en el plexo solar, quitándole el aire al payaso y aturdiéndolo por un breve momento.

Sin embargo, estaba lejos de haber terminado.

Al ver que el golpe había abierto al Payaso para otro ataque, decidí seguir adelante, colocando un simple compañero en su estómago con fuerza suficiente para romper algunas de sus costillas, doblándolo. Luego seguí con un gancho ascendente rápido, poniendo todo mi peso en el golpe, levantando al Joker en el aire, como un muñeco de trapo.

Estaba seguro de que ese rápido intercambio había roto algunos huesos dentro del cuerpo del payaso, lo que con suerte sería suficiente para neutralizarlo.

"¡No está mal, joven!" El Joker se rió, segundos después de que su cuerpo tocara el suelo, aplaudiendo en señal de aprobación. "¡Golpeas como un campeón!" añadió, empujando su cuerpo hasta sentarse para mirarme, su rostro luciendo su habitual sonrisa demente, ahora cubierta de sangre, y con una nariz rota para acompañarla.

No hay ningún signo de dolor.

Con suerte, si bien sus heridas no le causaban dolor, lo neutralizarían.

"Ahora", se rió el Joker, levantándose del suelo, sacudiéndose el polvo de su traje como si nada hubiera pasado. "¡Sigamos con esta fiesta!"

Sus heridas no le afectaban en absoluto.

Sabía de antemano que tenía una tolerancia estúpidamente alta al dolor y que sentía placer a través de ello. Pero esto es ridículo, una cosa es sentir placer a través del dolor y otra es que el cuerpo funcione como si nada después de varias fracturas.

Le había golpeado con suficiente fuerza como para atravesar una pared de cemento.

Sin embargo, estaba bien, sacudiendo su traje sin preocuparse por el mundo, como si nuestro intercambio unos momentos después no hubiera sido más que un inconveniente menor para él.