(TERMINADA) LUJURIA: SANTO PECADO

7 PARTE: SOBRE EL ALTAR ES MÁS RICO (+18)

Cuando llegó a la iglesia, obviamente las puertas estaban cerradas. Pero Ohm había sido muy devoto de niño y muy travieso, así que conocía la iglesia al revés y al derecho.

Nanon por su parte estaba con el corazón a mil por hora. Cuando recibió el mensaje, era de madrugada, lo que Ohm no sabía era que Nanon estaba boca abajo y en 4 recibiendo gustoso el miembro de aquel íncubo.

Gemía tan delicioso una y otra vez. La cama parecía querer romperse de tanto movimiento.

Nanon temía que en algún momento sus padres se despertarían, pero no fué así.

Todo el goce que sentía sólo era para los oídos del íncubo y para él mismo.

El íncubo 'Ohm' le dió la vuelta a su cuerpo, quedando con la espalda sobre la cama.

– Ya no, por favor… no… más… más… más…

La lengua del íncubo era larga como la de una serpiente, la cual se dedicaba a lamer la curvatura del cuello de Nanon haciéndolo enloquecer.

A pesar de que la boca de Nanon decía 'no', su cuerpo se entregaba totalmente.

Sus testículos empezaron a doler queriendo expulsar todo su semen, pero la lengua de 'Ohm' se hizo como un hilo grueso y penetró el pene de Nanon impidiéndole eyacular.

Nanon tiró la cabeza hacia atrás por no poder desfogar su placer, esto era una tortura deliciosa.

– B-basta…. ya no…. Uhmm.. uhmm.. ahhh ahhh.

El íncubo empujaba sin piedad el estrecho ano de Nanon, aquel lugar lleno de terminaciones nerviosas llevándolo al cielo y al infierno.

Nanon solo se sostuvo con todas sus fuerzas del cuello del ser.

– Hasta te agarras bien para que tu culo siga comiéndose mi verga. Tan religioso y tan zorra.

El sudor resbalaba por todo el cuerpo de Nanon, haciéndolo brillar.

Los ojos del íncubo se hicieron de color rojo sangre, al inicio Nanon se asustó hasta la muerte a ver sus ojos, pero la lengua del íncubo hacia tan bien su trabajo en el interior del pene de Nanon que no podía abrir la boca más que para gemir como perra siendo montada.

Las penetraciones se hicieron mucho más constantes, rápidas y con mucha fuerza que Nanon no sabía si seguía vivo o estaba en el cielo.

Las caderas del íncubo golpeaban las nalgas redondas y llenitas de Nanon,  haciéndolas sonar como si fueran aplausos de dos manos regordetas.

– Sí, esto es lo que tanto me enloquece. Sí Nanon, ábrete más, más.

La cara del íncubo parecía deformarse hasta tomar forma de una gran serpiente.

Era enloquecedor para Nanon, algo de otro mundo.

Dejaba a su cuerpo recibir todo el placer que podía.

Aquel ser tomó su forma original, un ser grotesco con una gran, gorda y deliciosa polla venuda.

Nanon encontró a aquel ser tan deseable, apetitoso. Su ano se expandió dando la bienvenida a la real polla del íncubo. Sentía su cuerpo partirse en dos pero no podía satisfacer del todo su cuerpo.

– Sí, sí. Así Nanon, muévete.

La risa de aquel ser llenó el lugar, era una risa tan horripilante pero que a Nanon parecía ponerlo más caliente.