6.- Duty

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Layla Black se vio obligada a mudarse al número doce de Grimmauld Place tras la boda con su primo Regulus, claro que si alguien le preguntara si eso era lo que quería, diría que no, pero era preferible vivir con sus tíos que con sus padres.

Layla pasaba todo el dia con su tía Walburga, esta le "enseñaba" todo lo que una mujer casada debía saber para que su matrimonio fuera llevadero, ya que según ella, en un matrimonio arreglado nunca existiría el amor.

Por lo general, los días en esa casa eran tranquilos, aunque casi no viera a Regulus por culpa de las reuniones de los mortifagos a lasque tenía que asistir. Pero ese dia era diferente, a sus padres seles ocurrió la brillante idea de irla a atormentará su nueva casa.

-Layla...

Walburga llamó a la rubia desde la puerta, Layla estaba sentada en la cama leyendo un libro de artes oscuras, hacia un esfuerzo para comprender el porque estas le gustaban tanto a Regulus como a Bellatrix.

-¿Si tía?

-Tus padres han llegado y quieren hablar contigo.

La rubia suspiro y asintió con la cabeza.

Por lo general, hubiera sido Krecher el que le avisaría sobre las visitas, así como siempre le avisaba cuando sus tíos la querian ver, pero al tratarse de sus padres, Walburga era conciente que su sobrina se rehusaria a ver o incluso era capaz de escaparse e ir a dónde Regulus, ignorando las reglas.

-¿Tengo que verlos?

La mujer asintió. Layla suspiro y se levantó de la cama, se miró en el espejo para asegurarse que se veía presentable y salió de la habitación, cerrándola cómo Regulus siempre lo hacía cuando no estaba.

Bajo las escaleras con pesar y se adentro a la sala donde sus padres estaban sentados en el sofá.

-Padre... Madre...- la rubia puso una sonrisa forzada al ver a sus progenitores- No esperaba su visita.

-No has ido a visitarnos desde que te casaste hace dos semanas.

Si madre la veía mientras la analizaba.

-Regulus me pidió que no saliera y la tía Walburga me está enseñando a cómo hacerme cargo de una casa para mantener todo en orden.

No todo era verdad, Walburga si la estaba educando pero lo de Regulus era una verdadera mentira, algo que Cygnus ya estaba intuyendo.

-Ese el el menor de los problemas- Cygnus interrumpió a su esposa antes de que le contestará a su hija- Hay un motivo por el cual venimos.

La rubia lo veía atenta mientras tomaba asiento en un sofá enfrente de ellos.

-Seremos directos- Cygnus estaba más serio de lo normal- Queremos saber si acaso ya te has acostado con Regulus...

Layla comenzó a ahogarse con el agua que Krecher le acababa de dar.

-¿Q-qué?- la rubia se sentía incomoda por hablar de eso con sus padres.

-Estamos preocupados por ti y tus hermanas.

La chica no comprendía a sus padres.

-Bellatrix y Narcissa ya llevan años casadas y ninguna de las dos me han dado nietos- Cygnus veía atento a su hija- La última esperanza que tengo eres tú, no quiero que nuestra familia quede en manos del inútil de Sirius.

-Y-yo...- Layla- no sabía que contestar.

-Quiero nietos, Layla, debes darle un heredero a Regulus pronto o me veré en la necesidad de castigarte...
























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-¿En qué piensas, Lya?- Regulus dejo un beso en la coronilla de la rubia.

-¿Que?- la chica volteo a verlo.

-¿Que pasa? Llevas viendo por la ventana más de quince minutos.

El chico comenzó se sento en la orilla de la cama mientras terminaba de ponerse su camiseta para dormir.

-Nada- Layla bajo la cabeza, pensando en si decirle a Regulus sobre la conversación con sus padres- Mis padres vinieron en la tarde.

-¿Enserio?- la rubia asintió- ¿Para que vinieron?

Layla dudo en que decir, no quería que supiera lo que sus padres querían que hiciera pero tampoco tenía opción.

-Querian saber cómo estaba.

Regulus dudo un poco, pero acepto esa respuesta, era tan obvio que su prima no quería decir la verdad.

-Vente a acostar, Lya.

Regulus señaló el lado sobre de la cama. Layla se acercó y se metió a la cama, acostándose viendo directo al techo.

Las palabras de su padre no salían de su cabeza, por más que intentará pensar en otra cosa, los mismo pensamientos siempre regresaban, las mismas insinuaciones y la misma advertencia.

Regulus volteo a ver a Layla al darse cuenta que está no se dormía.

-¿Que haces?

Layla se le quedó viendo, las palabras de su padre no salían de su mente, así que tendría que buscar algo para distraerse.

-Nada, todavía...

Regulus no pudo contestar, Layla lo beso sin previo aviso. Regulus al principio no le correspondió, pero se dejó llevar por el momento.

La agarro por la cintura y la coloco encima de el, el beso comenzó a intensificarse conforme Layla se movía encima de Regulus.

Regulus le quitó la camisa a la rubia, seguido de su sostén dejando al descubierto sus senos, los cuales besaba ocasionando que gimiera por el contacto.

Regulus con agilidad la coloco abajo de el, la tomo de las muñecas colocándolas arriba de su cabeza para mirarla fijamente.

-¿Que es lo que pretendes, Layla?

-Te quiero sentir Regulus...

-Layla, quiero la verdad- Regulus era consiente que su prima no era ninguna santa, pero algo ocultaba.

-Quiero estar con mi esposo- Regulus soltó sus muñecas- Esa es la única verdad.

Regulus no creía ni una sola palabra de la chica, la conocía bastante bien como para saber que desde que se acostó con James Potter, no había existido alguien más con el que se quisiera acostar, pero sabía que si seguía insistiendo no diría ni una sola palabra.

La volvió a besar para poder romper la pequeña tensión que se formó, Regulus se dejó llevar por el momento.

Layla en un principio disfruto el tener sexo con su primo, pero poco a poco las palabras de su padre regresaban, necesitaba hablar con alguien sobre el asunto, pero esa persona no era Regulus, tendría que hablar con su confidente.

 ᑌᑎᗯᗩᑎTᗴᗪ [Regulus Black]Where stories live. Discover now