Capítulo 5

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Luke y Calum estaban sentados en su pequeña habitación, sólo mirando al techo. Después del incidente de anoche, Luke apenas tenía algo que decirle a Calum, no es como si hubiera mucho que decir de todos modos. De vez en cuando Luke miraba a Calum, quien estaba probablemente demasiado ocupado revisando su teléfono, esperando que Daniela le escribiera. Daniela. Luke imaginó que todo esto era su culpa: si Calum no fuera estúpido y no estuviera enamorado de ella, entonces quizá estaría en casa, en su propia cama.

—¿Cuándo comienza la siguiente competencia? —preguntó Luke, rompiendo el incómodo silencio que no flaqueaba en la habitación.

—Creo que en una hora. —Los ojos de Calum nunca se apartaron de la pantalla de su teléfono. Luke nunca en su vida había querido tanto agarrar ese teléfono y pisotearlo hasta que no funcionara más.

La conversación murió, como si siquiera hubiera estado viva para empezar. Luke comenzó a juguetear con sus dedos, esperando que Calum se ofreciera a hacer algo genial, o quizá a sólo meterse en problemas. Quería que todo fuera como antes de que los extraños sentimientos que tenía por Calum aparecieran, quería hacer algo loco. Quería sentir los suaves labios de Calum contra los suyos.

—¿Quieres hacer algo? —Calum puso su teléfono en su bolsillo y le sonrió a Luke. Oh Dios, Luke ha estado esperando todo el día porque una de las reconfortantes sonrisas de Calum iluminara su oscuro día. No podía creer que nunca se hubiera dado cuenta de cuán maravilloso lucía Calum hasta ahora. Su corazón comenzó a perder el ritmo.

—Seguro. —Luke intentó mantener su voz calmada; no había necesidad de hacer algo incómodo. Sólo estaban divirtiéndose como mejores amigos, como hermanos.

—Genial, bueno, hay una cabaña abandonada de la que escuché a Kevin hablar, y quería echarle un vistazo. —Había un brillo de emoción en sus ojos que era contagioso, e hizo que Luke se emocionara también.

—Déjame adivinar, ¿quieres que nosotros le echemos un vistazo? —le preguntó Luke, tratando de no actuar del todo curioso por la cabaña abandonada. Luke comenzaba recientemente a gustarle estas cosas paranormales; podía agradecerle a Michael por eso.

—Luke, no actúes como si no quisieras ir a verla.

Luke se encogió de hombros.

—¿Qué si no?

—Entonces sabría que estás mintiendo.

—¿Por qué?

—Porque eres mi mejor amigo.

Luke comenzó a sonreír y sacudió su cabeza.

—Está bien, entonces vamos a ver esta cabaña "encantada".

Calum sonrió y salió de la cabaña esperando a Luke. Cuando Luke salió de la cabaña, revisó el tiempo en su teléfono. Eran las diez de la mañana y habían estado sentados en la cabaña por casi dos horas, vestidos y listos para hacer nada. Luke imaginó que si todas las vacaciones iban a estar llenas de situaciones incómodas como ésas, entonces iba a morir.

—Entonces, ¿dónde está la cabaña? —le preguntó a Calum después de cinco minutos.

—No muy lejos, quizá un poco más allá de la tienda de regalos.

—¿Crees que el chico todavía esté enojado con nosotros?

Calum rió y puso sus manos frías en sus bolsillos.

—Probablemente; demonios, yo lo estaría si alguien me lanzara una bola de nieve.

Luke tenía una pequeña sonrisa en su rostro y agarró un puñado de nieve fresca.

La Cabaña -CakeWhere stories live. Discover now