Los discípulos que estaban de guardia abrieron sus ojos sorprendidos ante las palabras tan directas de su Líder. Jin GuangYao, por otro lado, sintió un rubor de timidez que lo llevó a apartar la mirada. Había olvidado por un momento que el Líder Wen no tenía filtro alguno al hablar de ciertos temas.
—Líder Wen... —titubeó Jin GuangYao, tratando de recuperar la compostura.
Wen Ruohan dejó escapar una risa suave
—¡Ja! Mírate todo avergonzado porque me escuchaste anoche y te avergüenzas ahora— le dijo Wen Ruohan riendo, lo que dejó a Jin GuangYao sin palabras, haciendo que su corazón palpitara rápidamente. Temiendo que el Líder Wen pensara que lo espiaba, Jin GuangYao se apresuró a explicar:
—Líder Wen, yo... permítame explicarle. Estaba realmente preocupado por usted. No podía descansar adecuadamente sin saber de su estado, así que decidí buscarlo. Al primer lugar en que lo busque fue a su oficina, ya que en mis recuerdos usted pasaba la mayor parte del tiempo en ese lugar. Yo... jamás pensé que lo encontraría... haciendo eso. ¡Quiero decir, en ningún momento intenté espiarlo! ¡Lo juro!
Jin GuangYao balbuceó mientras trataba de explicarse, su corazón latía rápido, y esperaba la respuesta de Wen Ruohan, sin tener idea de lo que este tenía planeado.
Wen Ruohan escuchó la explicación de Jin GuangYao con una expresión que parecía indicar que estaba considerando cuidadosamente sus palabras. Luego, en un giro inesperado, una sonrisa traviesa se extendió por su rostro.
—Oh, ¿así que estabas preocupado por mí?—dijo en tono de burla —Bien, entiendo. Aun así, no puedes negar que escuchaste cosas que no eran de tu incumbencia. Pero, te daré una oportunidad. ¿Cómo piensas compensar esta "intromisión" en mi privacidad, Jin GuangYao
Jin GuangYao sintió el alivio de que Wen Ruohan no le reprendiera duramente por su indiscreción.
—Líder Wen, estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para demostrar mi lealtad y corregir mi error. Si hay una manera en la que pueda compensar lo que sucedió anoche, por favor, dígamelo, y lo haré sin vacilar. No deseo perder su confianza ni su favor.
Wen Ruohan comenzó a reírse incontrolablemente ante la vista.
Para el Líder era como ver a una pequeña bestia de bajo nivel que temblaba a punto de ser asesinada por su espada.
—No necesitas temblar tanto.
— Li-Líder, no se burle de mí...— dijo Jin GuangYao con mejillas enrojecidas — Realmente no quise...
—Muy bien, lo entiendo. Dejaré de burlarme de ti— Wen Ruohan cortó, ya aburrido de esa patética escena frente de sus ojos — Únete a mí a tomar algo, como compensación por lo que escuchaste anoche.
Sobre todo, lamento que escucharas esos deliciosos sonidos de la boca de Mi señora.
—Líder Wen, éste humilde se siente honrado de que quiera compartir algo tan valioso conmigo.
Wen Ruohan sonrió con una elegancia que parecía pertenecer a otro mundo. Su túnica de alta calidad resaltaba su figura, y Jin GuangYao no pudo evitar notar la hermosura de su líder. Era imposible no sentirse atraído por su carisma y belleza.
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