Universo Paralelo - Marculi

Capitulo 16

Julieta que era conocida por ser muy impulsiva y espontánea tenía que reconocer que hoy en día no encontraba que figura de ajedrez era en el juego en el que se estaba convirtiendo su relación con Marcos. Sabía que con él era mejor calcular los movimientos antes de actuar, cosa a la que su carácter no estaba acostumbrada. A veces se sentía una Reina que podía desbloquear todos sus movimientos y otras veces un simple peón que iba paso a paso abriéndose camino en su vida.

Pero lo contradictorio era que el que la terminaba sorprendiendo era el salteño, donde a veces era una torre que se movía recto todo el tiempo pero de repente se convertía en un alfil que cambiaba su ángulo totalmente, para dejarla perpleja.

Mientras terminaba de decidir que oufit se llevaba puesto en el avión, buscaba en un cajón los documentos y el pasaportes cuando sintió al tacto algo redondo y frio. El anillo. Sonriendo lo giró y sintió su peso en la palma de la mano mientras rememoraba lo que había pasado con Marcos y las cosas que le había confesado de la noche de boda. Esperaba que la relación entre ellos no cambie ya que con el lograba mantener una comunión que no pudo sentir con nadie más. Cerrando los ojos se sumergió en el momento.

Estaban en su habitación y Ju lo único que pensaba era que la presencia de Marcos en un lugar tan íntimo era inimaginable hace un tiempo atrás. Se sentía tan frustrada con los dos porque por un lado ella sabía que era muy obvia con sus sentimientos pero por el otro, él parecía guardar todo bajo llaves y si había algo en su vida que no toleraba era la incertidumbre. Necesitaba saber que le pasaba y que sentía por ella.

- Ayyy Primo que te cuesta tanto. Ya no estamos en la casa, estás acá conmigo. Quiero que me digas que sentís - Juli nerviosa movía los brazos acentuando sus palabras - Capaz me imaginé todo, aunque me duela decime algo, lo que sea. O ¿Seguís enamorado de tu ex novia? ¿Es eso?

Pronunciar esas últimas preguntas hicieron que su garganta se apreté. Era increíble pero se sentía celosa de alguien que no había visto nunca. Con los ojos vidriosos de emoción se iba a dar vuelta sabiendo que no le iba a responder cuando de repente sintió la mano caliente de él en su nuca. Lo miro a los ojos y los encontró negros como el carbón. El tiempo se detuvo cuando acercándose sus narices se rozaron y el apretó fuerte sus labios contra los suyos. Al principio fue eso, un beso que le decía más de lo que él podía poner en palabras y a la vez tierno casi un toque inocente de labios.

Todo se desbordó cuando Ju abrió la boca para profundizar y sentir su gusto. Necesitaba de una vez por todas probarlo y danzar con él de la forma tan íntima que solo besar podía generar en los seres humanos. Sus labios suaves se apretaban y mezclaban y sentía en él la misma desesperación y hambre por obtener más.

Lo respiro y su olor amaderado y limpio encendió una mecha en ella que hacía mucho no sentía por ningún hombre. Sosteniéndose de sus hombros recorrió los músculos tensos de su nuca para deslizar sus dedos entre los mechones cortos de pelo debajo de la gorra.

Sus piernas fallaron y ambos cayeron en la cama. Juli soltó un gemido que quedó ahogado en la garganta de Marcos cuando sintió su peso sobre ella y se perdio en el momento disfrutando como los dos se recorrían con las manos. Un toque en la puerta los separó como si un golpe de electricidad los hubiera pateado y el salteño apoyándose en sus codos se levanto despacio de su cuerpo, mirando a todos lados menos a su cara. Los golpecitos volvieron a sonar y Juli trato de hacer que su voz vuelva a funcionar mientras escuchaba el retumbar de su corazón en los oídos.

- ¿Si?

- Chicos les tengo noticias bajen. El grito de su mamá sonó bajito del otro lado de la puerta.