LA PEQUEÑA GEMA DEL INFINITO

LUCES VERDES Y SOMBRAS

El nuevo día se deslizó lentamente sobre la sede de los Vengadores, pintando el cielo con tonos cálidos y suaves. Sin embargo, el amanecer no trajo consigo la calma esperada. En la sala de reuniones, el ambiente estaba cargado con la pesadez del miedo y la incertidumbre. La ausencia de Steve Rogers y Natasha Romanoff pesaba como una losa sobre los corazones de los héroes, dejando un vacío que ninguno podía llenar.

En el centro de la habitación, Lily estaba parada junto a su mirada perdida en el suelo. Los destellos de los primeros rayos del sol se reflejaban en sus ojos llenos de lágrimas. A su lado, Wanda Maximoff mantenía una expresión de determinación, aunque su interior estaba plagado de dudas y miedos.

Tony Stark, en un rincón de la sala, no podía evitar lanzar miradas cargadas de reproche a Lily, culpándola silenciosamente por la desaparición de sus amigos.

La puerta se abrió de golpe, y Yelena Belova entró con paso decidido. Su mirada estaba llena de furia, sus ojos destellaban con la intensidad de una llama ardiendo. Lily intentó decir algo al ver a la rusa tan enfurecida, intentó disculparse, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta cuando Yelena la cortó con una voz cortante.

-Antes de que te adelantes, un lo siento no va a traer a Natasha de vuelta- dijo Yelena con amargura.

-Tú y tus poderes descontrolados sois la razón por la que mi hermana está desaparecida- Si no la encontramos, tú serás responsable de lo que le haya sucedido-

Lily tembló ante las palabras acusadoras de Yelena. Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para responder. Pero antes de que pudiera decir algo, Kate Bishop se levantó de su silla con determinación en sus ojos.

-Yel, ahora mismo eso no va a ayudar-dijo Kate, dirigiéndose a Yelena con calma. -Todos estamos preocupados y asustados,culparnos mutuamente no nos llevará a ninguna parte..-

Yelena miró a Kate por un momento antes de asentir con la cabeza, con sus ojos todavia llenos de dolor y rabia. Se volvió y salió de la sala en silencio, con Kate siguiéndola para ofrecerle apoyo en su momento de necesidad.

Mientras tanto, Peter Parker se acercó a Lily con cuidado.

-No estás sola en esto- dijo Peter, poniendo una mano reconfortante en el hombro de la joven. -Vamos a encontrar a Steve y Natasha. Y lo haremos juntos, te lo juro.- Aseguro.

Lily miró a Peter con gratitud en sus ojos, agradecida por su apoyo en medio de la tormenta emocional que la envolvía. Se aferró a la pequeña chispa de esperanza que las palabras de Peter le ofrecieron, prometiéndose a sí misma que haría todo lo posible por arreglar las cosas y encontrar a sus amigos desaparecidos.

Poco a poco el equipo de los Vengadores se dispersó, cada uno llevando consigo su propia carga de preocupación y dolor. La sala de los Vengadores quedó en silencio, pero en el aire flotaba la promesa silenciosa de que harían todo lo posible por traer de vuelta a sus amigos perdidos y restaurar la paz que habían perdido.

La acusación de Yelena todavia pesaba en el aire, creando una atmósfera cargada de tensión y desconfianza. Wanda miró a Lily, quien parecía estar a punto de colapsar bajo la presión. La niña miraba a su alrededor con ojos asustados, buscando apoyo en rostros conocidos, pero encontrando principalmente miradas acusatorias y hostiles.

Thor, con su imponente presencia, negó con la cabeza en un gesto sereno pero decidido, indicándole a Wanda que permaneciera en silencio. A pesar de su deseo de defender a la joven, Wanda asintió, consciente de que en ese momento necesitaban mantener la calma y la compostura.