Capítulo 26: El don nadie y el raro

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Al cabo de un rato en el bar me quedé embobado teniendo visiones mientras masky solo podría verme y pensar que me había quedado dormido con los brazos apoyados en la barra. En aquellas visiones me veía a mi mismo cuando me había quedado en la contratierra 0 en ese momento de mi vida en aquel lugar meditaba y aprovechaba el tiempo para descubrir mis capacidades tratando de ignorar la soledad absoluta que rodeaba aquel mundo convertido en un lugar desolado mientras trataba de mentalmente pensar una forma de salir.

Al despertar de mis visiones pude ver como un chico callejero encapuchado con un ojo verde y otro azul sostenia una tubería de metal al acercarse a masky le conectó múltiples golpes en el abdomen y pecho sabiendo que no estaba en forma aquel proxy por que fumaba y tomaba alcohol masky no respiraba bien después de aquellos golpes pero empezó desde la barra a lanzarle botellas de alcohol que se rompían manchando su ropa. El chico encapuchado al recibir una botella lanzada a su rostro cayó al suelo teniendo la ropa mojada en ese momento le dije a masky que corramos por que no conocíamos nada de ese chico no sabíamos si era humano.

 El chico encapuchado al recibir una botella lanzada a su rostro cayó al suelo teniendo la ropa mojada en ese momento le dije a masky que corramos por que no conocíamos nada de ese chico no sabíamos si era humano

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Pero masky me dijo que el junto a los proxys eran facilmente reemplazables y que su vida ya no valia nada sin hoodie por que el era su motivo de vivir. Di por imposible convencerlo asi que lo deje rematarlo viendo de lejos como el tenia intención de matarlo. Se acerco a él y con un pie piso su muñeca para que soltara la tubería tomandola en sus manos dispuesto a matar al chico callejero. Pero por sorpresa sin nisiquiera tener tiempo de reacción aquel chico callejero tomó un cristal del suelo clavandolo en su ojo volviendo a tomar su tubería.

Golpeo el cristal de su ojo clavandolo lo máximo posible viendose atraves de su cabeza para después levantarse del suelo completamente hasta que fuimos ambos emboscados por militares llevaban chalecos antibalas y luces de color verde y rojo que salían de sus armas con las que nos apuntaban a todas partes del cuerpo. Pensé en usar alguno de mis poderes pero uno de esos militares sacó mi casco y clavo una extraña jeringuilla en el lateral de mi cabeza llegando a mi cerebro un chip que en mi cabeza no dejaba de darme un intenso y desagradable dolor.

no pude usar mis poderes y nos llevaron con un sacó de cuero negro en la cabeza dentro de un vehículo del que nisiquiera pude ver su interior. Habían mas militares de lo que imaginaba dentro de aquel vehículo por que podía sentir el ruido de sus armas al moverlas en sus manos y brazos mientras esperaba durante almenos 3 horas hasta que detuvieron el coche.

Nos sacaron del vehículo y entramos a un edificio blindado. Nada más entrar por la entrada principal note risas y miradas atraves del sacó de cuero negro mientras tanto el chico callejero acariciaba con las uñas la tubería de metal supuse que tendría ansiedad así que puse una mano en su hombro pero acabe poniendola en su nuca y el me miró de forma violenta empujandome al suelo.

Al caer al suelo note por un ruido que habían esposas de obsidiana sobre mis muñecas estas me aprietaban tan fuerte que ya no sentía dolor en las manos. Nos sacaron a ambos el saco de cuero negro de la cabeza y nos metieron a un ascensor del que bajamos lentamente a lo que parecía ser un garaje. El chico callejero fue golpeado en la cara con la culata de una de las M4 de uno de los soldados en ese momento supe que no quedaba más remedio que entrar a aquel garaje que parecía una carcel.

Unas luces rojas detectaron el movimiento de alguien que había allí con nosotros se estaba despertando de una siesta mientras con sus brazos a los laterales de su cabeza nos miraba con cierta expresión de enfrentamiento como si deseara acabar con todos en ese preciso instante mientras el chico callejero y yo nos quedamos lejos suya viendo como los militares activaron un botón poniendo una verja de titanio delante suya para subir el ascensor sin peligro además de que había un cristal blindado antibalas y antiexplosivos que ya parecía ser suficiente para mi pero no para el chico que sentado nos observaba con tatuajes por todo su cuerpo como si fuera disfrazado de Halloween.

Unas luces rojas detectaron el movimiento de alguien que había allí con nosotros se estaba despertando de una siesta mientras con sus brazos a los laterales de su cabeza nos miraba con cierta expresión de enfrentamiento como si deseara acabar con ...

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supuse al ver el agujero en su pecho y el corte en su brazo que estaba herido así que intente usar telequinesis pero aquel chip en mi cerebro transmitía rayos gamma que hicieron que me caiga al suelo quedando inconsciente mientras el chico callejero se sentaba en el suelo jugando con sus manos para aliviarse ya que le tenía ansiedad a los lugares cerrados

El Último ArkensawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora