Me fui de ahí caminando a la salida. Busque el auto de mi abuelo. Cuando lo encontré fui hacia él y me subí.
—Hola Alex—me saludó mi abuelo con una sonrisa.
—Hola abuelo, ¿qué tal todo?—pregunté abrochando el cinturón.
—Hoy terminé el rompecabezas, tu abuela arregló sus plantas y por cierto, hoy tu padre llegó más temprano por ti. La abuela se quedó con él—dijo mientras trataba de cambiar el canal de la radio donde hablaban de una especie de enfermedad o virus.
Cuando llegamos a la casa de los abuelos bajé del auto y corrí a abrazar a mi papá.
—¡Papá!—lo abracé con fuerzas pues el fin de semana pasado no pudo venir.
—Renacuajo te extrañe, ve por tus cosas, el tío Merle nos espera—dijo.
—¿Ya salió de prisión?—pregunté con emoción.
—Lo dejaron salir por buena conducta, ni yo me lo creo pero bueno—me dijo y entramos a la casa.
Salude a mi abuela y subí a hacer mi mochila, puse unas cuantas mudas de ropa pues con mi papá nunca se sabía y más si el tío Merle estaba involucrado.
—Nos vemos el domingo en la noche, los quiero—abrace a mis abuelos y salí de la casa detrás de mi papá.
—Alex se te olvidó tu arco—dijo la abuela saliendo de la casa con mi arco y mi carcaj en la mano.
—Gracias abuela, te quiero—me despedí de mi amada abuela la cual ahora era abrazada por mi abuelo y los dos me despedían con un saludo de manos.
—Bien ¿estás lista para pasar un fin de semana divertido?—me preguntó mi papá con una sonrisa.
—Claro que estoy lista—dije divertida.
Papá había estado conduciendo por lo que parecía 40 minutos en los cuales veníamos hablando sobre todo. De la escuela, de su nuevo empleo cuando la radio emitió una alerta.
"Ciudadanos se les informa de un nuevo virus letal, quédese en casa, no salga hasta esperar más información."
—Papá ¿Qué está pasando?—lo mire y este estaba igual que yo.
—No lo sé, sea lo que sea no es algo bueno, tenemos que ir con Merle—dijo acelerando.
—¿Pero qué hay de los abuelos? No podemos dejarlos—le dije asustada.
—Se las tendrán que arreglar ellos solos, estamos muy lejos como para ir por ellos. Lo siento mucho cariño—me pidió perdón, lágrimas resbalaban por mis mejillas.
Estábamos cerca de la casa de papá, pero las calles estaban echas un caos, gente gritando, había gente robando tiendas. Vi como un hombre atacaba a una mujer.
—Papá tenemos que ayudarla—quise bajarme a ayudar pero un hombre con los ojos raros y la boca llena de sangre pego su cara al vidrio y grité asustada.
—Alexandra no vuelvas a tratar de bajarte de esa manera—me gritó mi padre mientras examinaba que no me hubiera pasado nada.
Condució un par de minutos hasta que llegamos a la casa. Papá se bajó primero y abrió mi puerta y me ayudó a bajar, tomé mi arco por cualquier cosa, entramos a la casa.
—¡Merle! ¡Tenemos que irnos!—gritó mi papá pero no había señales de mi tío.
—¿Tio Merle?—grité pero tampoco recibí respuesta.
—Hija por favor sube por tu ropa, yo iré por la mía—me ordenó y corrí a mi pequeño cuarto.
Tome la bolsa que solía traer todos los veranos y tome la ropa que tenía aquí, me había tomado la libertad de tomar los pocos libros que tenía. Acomodaba las cosas cuando escuché pasos.
—Tío Merle, papá te está buscan... Aléjese de mi, no dudaré en disparar—un hombre de aspecto enfermo y con sangre en las manos y boca se acercaba a mi jadeando.
—¡Atrás!—grite con miedo, estaba cerca de mí. Lo dudé pero al final le dispare en el pecho, seguía avanzando a mi, tome otra flecha y le di esta vez en la cabeza.
Este cayó al suelo sin vida, tomé mis cosas y baje las escaleras rápido. El tío Merle salió de la nada.
—¡Lexie vámonos, tu padre está en el auto—me tomó del brazo y me llevó a la camioneta que le pertenecía. Salí corriendo con más lágrimas en los ojos.
—¡Papá! Le hice daño a un hombre—lloré en su pecho cuando este me recibió.
—¿Un hombre?—preguntó y miró al tío Merle.
—Estaba enfermo y tenía sangre en las manos y en la boca, quería atraparme, yo le dispare—lloré con miedo.
—Está bien, estás bien, vámonos—dijo y me subí a la camioneta.
El tío Merle conducía mientras yo estaba abrazada a mi progenitor. Iríamos a Atlanta era más seguro pero quedamos atorados en la autopista. Había un coreano en su auto, el cual estaba a un lado del nuestro.
—Chico, ¿puedes cuidar a mi hija? iré a ver qué sucede—pidió mientras bajaba su ballesta de la camioneta.
—Claro, ¿Como te llamas nena?—me preguntó el chico.
—Alexandra pero dime Lexie—le dije.
—Muy bien Lexie yo soy Glenn pero puedes decirme Glenn—me dijo y eso me hizo reír un poco.
Estuve un rato hablando con él hasta que mi papá y tío regresaron, venían hablando con un hombre de nariz grande.
—Vamos, seguiremos a este tipo, pondremos un campamento—dijo mi padre.
—Ven con nosotros Glenn— le pedí a mi nuevo amigo y este me sonrió.
Fue una noche larga y rara pero mucha gente se había quedado en el campamento. Era seguro por el momento. Conocí a dos señoras con sus hijos. Carl era el nombre del hijo de Lori, era muy tierno.
—Hija, llegamos venga—me sacudió un poco mi papá.
Baje de la camioneta y tome mi arco y una flecha lista para cualquier cosa.
cap algo largo pero quería contar un poco de la vida de Lexie antes de todo so, espero les guste amores les tqm
rh 🪩
YOU ARE READING
Invisible String
FanfictionLexie Dixon trata de sobrevivir al mundo apocalíptico, donde le ocurrirán cosas que jamás se imaginó que podrían ocurrir. Encontrará amigos, quizás encuentre a su persona indicada. Pero sobre todo... se enfrentará a un mundo totalmente diferente al...
Codigo Wildfire
Start from the beginning
